En un giro asombroso de los acontecimientos, Meghan Markle, la Duquesa de Sussex, se ha visto despojada de su título real y permanentemente prohibida de ingresar al Reino Unido.

Una vez celebrada como un miembro querido de la familia real británica, el viaje de Meghan se ha transformado en una advertencia que resalta los peligros de la fama, las consecuencias del escándalo y el alto costo del privilegio.

El anuncio del destierro de Meghan resonó en los medios de comunicación globales, enviando ondas de choque en el discurso público.

Lo que comenzó como un romance vertiginoso lleno de promesas se ha desmoronado en una enredada red de controversia y conflicto. Muchos se preguntan: ¿cómo salió todo tan mal?

La entrada de Meghan Markle en la monarquía británica marcó un cambio revolucionario. Como actriz estadounidense birracial, representaba una desviación significativa de la imagen tradicional de una consorte real.

Su relación con Prince Harry, el hijo menor de la fallecida Princess Diana, cautivó a audiencias en todo el mundo y sostenía la promesa de una monarquía más moderna e inclusiva.

Su lujosa boda en 2018 fue celebrada como un momento histórico para la Casa de Windsor, fusionando tradiciones antiguas con elementos contemporáneos.

Meghan rápidamente ganó admiración por su porte, elocuencia y compromiso con causas sociales, capturando los corazones del público que esperaba con ansias las nuevas perspectivas que ella traería a la institución centenaria.

Sin embargo, debajo de la superficie, el cuento de hadas comenzó a desmoronarse.

Empezaron a surgir rumores de tensiones entre Meghan y el establecimiento real.

Informes sobre sus enfrentamientos con el personal del palacio, supuestos malos tratos a los asistentes reales y relaciones tensas con miembros de la familia comenzaron a oscurecer su popularidad inicial.

A principios de 2020, la decisión de la pareja de alejarse de sus deberes reales y mudarse a California añadió más leña al fuego, con muchos interpretando esto como un rechazo desafiante a la monarquía en la que nacieron.