Wade Wilson, un hombre cuyo nombre ha quedado marcado por el horror y la violencia, se enfrenta a una serie de acusaciones que no solo están vinculadas a sus crímenes originales, sino también a su conducta dentro del sistema penitenciario. Condenado a muerte por los brutales asesinatos de dos mujeres en 2019, Wilson se ha convertido en el centro de atención mediática no solo por la magnitud de sus crímenes, sino por su comportamiento manipulado y calculador, incluso mientras espera su ejecución.

Inside the Gruesome "Deadpool Killer" Case

El caso de Wade Wilson comenzó a causar conmoción en 2019, cuando fue declarado culpable de asesinar a Christine Melton, de 35 años, y Diane Ruiz, de 43. Ambas mujeres fueron encontradas muertas en circunstancias que, según el jurado, justificaron la imposición de la pena de muerte. El juicio presentó una serie de pruebas que revelaron la naturaleza violenta de Wilson, que incluían testimonios desgarradores, como el de su exnovia Mila, quien había sobrevivido a un ataque violento por parte de él. A pesar de las pruebas en su contra, Wilson nunca mostró arrepentimiento por sus crímenes, y su actitud indiferente ante el sufrimiento que causó dejó claro su carácter peligroso.

Durante el juicio, el testimonio de Mila jugó un papel crucial al relatar su propia experiencia con Wilson y su relación abusiva. A pesar de que ella testificó contra él, las grabaciones filtradas de sus llamadas telefónicas revelaron la compleja dinámica entre ambos. Wilson, a pesar de estar encarcelado y condenado a muerte, seguía ejerciendo una manipulación emocional sobre Mila. En las conversaciones, intentaba controlarla, fingiendo lágrimas y afirmando que nunca habría sido capaz de matarla, a pesar de que ya le había infligido violencia física. Este comportamiento reveló la falta de remordimiento de Wilson y su capacidad para manipular a las personas a su alrededor, incluso aquellas que lo habían acusado.

Deadpool' Namesake Wade Wilson Sentenced to Death for Murder of 2 Women

Lo que parecía ser una relación rota se transformó en una red de manipulación psicológica, donde Wilson, incluso tras ser condenado por asesinato, seguía influenciando a aquellos que lo rodeaban. Las llamadas filtradas no solo mostraron su control sobre Mila, sino también una relación sorprendente con un hombre llamado Joy, quien se convirtió en una fuente de apoyo financiero para Wilson. A través de afecto y promesas de un futuro juntos, Wilson utilizaba su relación con Joy para asegurar recursos mientras estaba en prisión. Esta relación no solo mostró su habilidad para manipular emocionalmente a los demás, sino también cómo utilizaba el amor como herramienta para beneficiarse de quienes lo amaban.

El comportamiento de Wilson en prisión, de acuerdo con informes filtrados, no se limitaba a la manipulación emocional, sino también a actividades delictivas, como la venta de drogas. Los guardias de la prisión informaron que Wilson continuaba desarrollando un sistema de control, esta vez económico, sobre quienes estaban dispuestos a proporcionarle recursos desde el exterior. Su capacidad para manipular incluso desde detrás de las rejas y su falta de remordimiento siguen sorprendiendo a la opinión pública, revelando un patrón persistente de egoísmo y cálculo.

Además de su comportamiento manipulatorio, las llamadas telefónicas también pusieron de relieve la relación de Wilson con el sistema penitenciario. A pesar de estar condenado a muerte, Wilson seguía buscando maneras de mantener el control sobre su vida y las personas cercanas a él. En una de sus interacciones con Joy, por ejemplo, discutieron la posibilidad de casarse, lo que demostró que, incluso en una situación tan desesperada, Wilson estaba más interesado en cómo seguir manipulando a los demás que en un verdadero compromiso emocional.

Deadpool Killer' Wade Wilson, who slaughtered 2 women 'for the sake of  killing,' is sentenced to death

Estas filtraciones de conversaciones han dejado en evidencia no solo la manipulación emocional y financiera de Wilson, sino también la falta de remordimiento por los asesinatos que cometió. En lugar de reflexionar sobre sus crímenes, su enfoque parecía estar centrado en cómo seguir aprovechándose de las personas que lo rodeaban, ya fuera vendiendo drogas o manipulando las emociones de quienes lo amaban. Las grabaciones han puesto de manifiesto su persistente capacidad para controlar a otros, incluso desde la cárcel, y su insensibilidad hacia las consecuencias de sus actos.

En conclusión, las filtraciones de las llamadas telefónicas de Wade Wilson son una ventana inquietante a la mente de un hombre condenado por asesinato, que lejos de mostrar arrepentimiento, continúa manipulando a las personas a su alrededor para su propio beneficio. Su historia, marcada por la violencia, la manipulación y la indiferencia ante el sufrimiento ajeno, es un recordatorio escalofriante de cómo los prisioneros condenados a muerte pueden seguir influyendo en las vidas de aquellos fuera de la cárcel, utilizando el amor, la manipulación psicológica y la explotación para su propio provecho. La figura de Wilson sigue siendo un ejemplo de los oscuros matices de la personalidad humana y el peligro de aquellos que, incluso tras las rejas, siguen siendo una amenaza.