Maribel Fernández: La pelangocha y su lucha por la vida y la fama

Maribel Fernández, más conocida por su apodo “La Pelangocha”, es una de las figuras más entrañables y complejas del cine y la televisión mexicana. Con una vida marcada por enormes dificultades y luchas tanto personales como profesionales, su historia es un testimonio de perseverancia y superación. A los 71 años, Maribel se encuentra enfrentando uno de los desafíos más grandes de su vida: su salud en declive. Después de sufrir tres infartos que la acercaron a la muerte, ha tenido que someterse a múltiples cirugías cardíacas, pero su espíritu sigue siendo indomable. En una reciente revelación, compartió cómo la presencia de la fallecida Carmen Salinas la acompañó en uno de sus momentos más oscuros, brindándole una fuerza inesperada.

Un inicio difícil

Nacida el 9 de marzo de 1953 en la Colonia 5 de mayo de la Ciudad de México, Maribel fue la mayor de cuatro hermanos. Desde su infancia, la familia de Maribel vivió con dificultades económicas. Su padre, que trabajaba en seguridad, abandonó a la madre de Maribel antes de su nacimiento, dejando a su madre y a su abuela con la carga de criar a los niños. Aunque su padre regresó a la vida familiar cuando Maribel tenía alrededor de 9 años, la relación con él fue distante, lo que marcó su vida de forma profunda.

La abuela materna de Maribel jugó un papel fundamental, convirtiéndose en el pilar de la familia durante esos tiempos difíciles. A pesar de que la niña no contaba con el apoyo completo de su madre, quien se encargaba de sus otros hermanos, la abuela se encargó de proveer la estabilidad emocional que Maribel tanto necesitaba. Este entorno familiar complejo no impidió que Maribel aspirara a algo más grande.

Maribel Fernández “La Pelangocha” fue hospitalizada de emergencia - Infobae

La pasión por las artes

Desde joven, Maribel se sintió atraída por las artes. Aunque al principio su familia la inscribió en una escuela de contabilidad, ella no encontró su verdadera vocación allí. Fue cuando comenzó a tomar clases de modelaje y, poco después, de actuación, que encontró su verdadera pasión. A pesar de que su abuela desaprobaba estas decisiones y le reclamaba por gastar el dinero de su matrícula en algo que no consideraba productivo, Maribel no se dejó desanimar. Su deseo de ser actriz se consolidó después de una experiencia transformadora en un estudio de cine, donde vio a actores y actrices cambiar su apariencia con el maquillaje y la actuación.

En 1971, con tan solo 18 años, Maribel dio su primer paso en el cine al participar en la película Ya somos hombres, en un pequeño papel secundario. Este primer contacto con la industria del entretenimiento fue decisivo para su carrera. Aunque no fue un papel protagónico, Maribel se sintió completamente integrada en el mundo de la actuación.

La comedia y el apodo que la marcó

Maribel Fernández es conocida por su personaje de comedia, “La Pelangocha”, un apodo que se originó durante el rodaje de la serie Mi secretaria. En un accidente cómico durante una escena, Pompín Iglesias, quien debía llamarla “vieja calva”, improvisó el nombre “pelangocha”, y este apodo la acompañó a lo largo de su carrera. Si bien este nombre le ayudó a destacarse en el mundo de la comedia, también la encasilló en papeles de personajes rudos y malhablados, lo que limitó sus oportunidades de obtener papeles más variados en la industria.

A lo largo de su carrera, Maribel Fernández participó en más de 50 películas, muchas de ellas en el género de comedia sexy o “cine de ficheras”. Sin embargo, a diferencia de otras actrices de este género, Maribel se distinguió por mantener su dignidad y no cruzar límites que para ella eran inaceptables. “Nunca mostré nada que no quisiera”, solía decir, subrayando su postura firme frente a las exigencias del medio.

Maribel Fernández “La Pelangocha” fue hospitalizada de emergencia - Infobae

La vida personal de Maribel

En su vida personal, Maribel ha atravesado diversas etapas complejas. Se casó con Alfonso Iglesias, conocido como Pompín, pero su matrimonio no perduró debido a la falta de estabilidad y madurez. Después de su divorcio, Maribel conoció a Luis de Alba, un gran amigo y compañero de trabajo, pero su relación también terminó cuando ambos comprendieron que no podrían estar juntos por respeto a sus respectivas situaciones personales.

En 1979, Maribel se casó con Julio Aguilar, un futbolista, con quien tuvo una hija, Juliana. Aunque la carrera de Maribel estuvo marcada por horarios exigentes y constantes ausencias, siempre intentó compensar su tiempo lejos de su hija con amor y atención. A pesar de las dificultades en su relación con Julio, Maribel siempre valoró la presencia de su hija, quien, con el paso de los años, se ha convertido en un pilar en su vida.

Desafíos y resiliencia

A lo largo de los años, Maribel ha enfrentado momentos difíciles tanto en su vida personal como en su salud. Los tres infartos que sufrió y las cirugías cardíacas fueron un recordatorio de lo frágil que es la vida. Sin embargo, su resiliencia ha sido notable. En su revelación más reciente, compartió cómo en uno de sus momentos más oscuros, sintió la presencia de Carmen Salinas, quien falleció recientemente, y cómo esto la ayudó a encontrar fuerza para seguir adelante.

Hoy, a los 71 años, Maribel sigue adelante con una vida llena de recuerdos, desafíos superados y una carrera que la ha dejado una huella imborrable en el entretenimiento mexicano. Su historia es un testimonio de lucha, amor por el arte y, sobre todo, de una mujer que nunca se rindió ante las adversidades de la vida.