Ángela Aguilar, la famosa cantante de origen mexicano, se hizo viral por un baile sexy en la plataforma de TikTok, en el que usaba una falda de cuero y un pequeño top color negro, video que rápidamente se hizo viral y se compartió miles de veces. Solo que hay un problema: el baile nunca ocurrió y la cantante no es quien aparece en el clip.

La realidad detrás de este sexy video es que en una mala pasada más de la Inteligencia Artificial, específicamente, de aquella conocida como “deepfake”. En este caso, algún usuario anónimo utilizó esta tecnología para insertar la imagen de Aguilar con un video de la influencer y bailarina argentina Martu Morales.

Ángela Aguilar se viraliza en minis, pero estoy hay detrás

 

No es la primera vez que ocurren este tipo de hechos, pues ya en el pasado, otras famosas se han encontrado en internet como protagonistas de videos para adultos en los que jamás participaron.

El uso del depfake para colocar rostros en cuerpos ajenos tiene tintes todavía más siniestros que pueden comprometer la seguridad de menores de edad. En Canadá, por ejemplo, la policía desmanteló una red que utilizaba fotografías de niñas para insertarlas en videos pornográficos. Un caso similar se suscitó en Perú, en el que jovencitas de un colegio denunciaron a sus compañeros por utilizar su imagen con el objetivo de generar contenido sexual.

 

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Violencia digital: Un crimen sin castigo

México no está exento de casos como estos, pues hace unos días, el Instituto Politécnico Nacional expulsó a un alumno que generaba este tipo de material con fotografías de otras estudiantes, sin embargo, el sujeto, identificado como Diego “N”, se libró de las denuncias en su contra.

A pesar de que Diego “N” generó más de 20 mil imágenes de contenido íntimo y acumuló ocho denuncias formales en su contra, la Fiscalía capitalina optó por dejarlo ir, ya que la falta en la que incurrió no está tipificada como delito.