Todo el mundo se entristeció cuando se enteró de que su actor favorito y famoso había muerto. Para Paul Walker, conocido por «Fast and Furious», la hija Meadow era un auténtico ángel. Incluso el actor se hizo un tatuaje con su nombre. Cuando la niña tenía 15 años, su padre murió en un accidente de coche, lo que se convirtió en un verdadero luto.

Meadow ha vivido los últimos tres años con su querido padre en Los Ángeles. A la madre de la niña, Rebecca Soteros, le encantaba el alcohol y luchaba contra el alcoholismo.

Los amigos y familiares de Paul afirmaban que «Fast and Furious» iba a ser su última película en la que tuviera un papel. Pero Walker decidió renunciar a su papel porque quería pasar más tiempo con su hija y estar siempre a su lado.

Meadow tiene ahora 24 años. Es una auténtica belleza que se ha convertido en una chica despampanante. Tiene muchos contratos de diferentes agencias de modelos. Recibe invitaciones de anuncios y revistas de moda.

Tiene muchos admiradores. Lleva un estilo de vida activo, le encanta viajar y hacer voluntariado.

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