Lo que quizás no sabías sobre la leyenda mundial Mireille Mathieu – contamos la historia llena de episodios sorprendentes
Una de las cantantes francesas más legendarias de la historia, Mireille Mathieu se ganó su estatus de leyenda completamente merecido! Siendo una chica común de una familia pobre y numerosa, logró realizar su potencial interno y vender millones de sus grabaciones en todo el mundo! Hoy en día, su nombre es conocido por todos y su imagen – el famoso corte de pelo bob con flequillo que enmarca su hermoso rostro – se ha vuelto icónico.
Muchas de sus canciones se han convertido en clásicos, perfectamente familiares para cualquier melómano! Pero su difícil camino en la vida sigue siendo un misterio para muchos… Y sin embargo, la historia de Mireille demuestra una verdad simple: las estrellas no nacen, se hacen.
Pobreza, o «suerte»
El camino de vida de la futura icono comenzó en Avignon, Francia, en 1946. Mireille creció en una familia pobre y numerosa de 14 hijos. Su padre era un simple cantero, pero fue él quien le transmitió a su hija el amor por el canto. Tenía una maravillosa voz de ópera y a menudo, en su taller, el hombre cantaba sus canciones favoritas… Observando esto, Mireille entendió que cantar era lo más hermoso que podía haber.

«Mi padre cantaba en todas partes: en casa, en el taller… ¡Tenía una voz maravillosa! Su interpretación me encantaba, era como ver algún tipo de magia… En cierto momento empecé a acompañarlo y teníamos un dueto».
El padre de Mireille estaba impresionado por el talento de su hija, y fue él quien insistió en que la joven probara suerte primero en el coro de la iglesia y luego en un concurso local. Esto llevó a que Mathieu ganara (aunque no fue a la primera) y eventualmente fuera notada por el productor profesional Johnny Stark.
Trabajo duro consigo misma
Cuando miramos a las estrellas mundiales, parece que nacieron tan perfectas, talentosas, versátiles… Pero no es así. Casi cualquier éxito (excepto la suerte) es el resultado de un trabajo arduo y perseverante. Así, Mireille aprendió sobre la importancia de este trabajo desde su infancia. Desde pequeña era zurda, lo que causaba algunas dificultades con su primera maestra.

 


Se sabe que la futura estrella literalmente le exigía que escribiera con la mano derecha «como todos los demás normales». Y cuando la «atrapaban», la golpeaban dolorosamente en la mano izquierda con una regla… Lamentablemente, Mathieu no pudo superar esta peculiaridad. Incluso bajo la guía de un nuevo profesor, más comprensivo, la niña se sentía incómoda… Se podría decir que esta experiencia fue su trauma infantil, por lo que le fue mal en la escuela y, finalmente, la abandonó.
Pero Mireille enfrentaba nuevos desafíos por delante. Cuando Stark firmó un contrato con ella, entendió que su protegida era extremadamente talentosa, pero absolutamente inculta según los cánones de la «alta sociedad». En Mathieu, descubrió muchas deficiencias: la incapacidad para comportarse frente a la audiencia, el habla incorrecta, problemas de dicción, «una risa horrible que parecía un granadero», y un fuerte acento sureño de Avignon… Según sus recuerdos:

«Estar con ella era difícil. Cuando vio caviar por primera vez, dijo: ‘¿Es algún tipo de lenteja que huele a pescado?’»

El productor entendió que no sería fácil, pero se comprometió con Mireille. Algunos «defectos» pudieron corregirse, aunque el acento, aunque menos pronunciado, todavía permanecía con la cantante. Más tarde, incluso dedicó una canción, «J’ai Gardé L’Accent» («He Mantenido el Acento»), a esto.
Hablando de sus defectos, en una de las entrevistas, Mathieu enfatizó:
«¿Hay alguien que esté completamente satisfecho consigo mismo, con su apariencia? Encuentro muchos defectos en mí misma. Pero cada vez que voy a Lourdes, recibo una lección de reconciliación. Cuando ves a personas enfermas o discapacitadas a tu alrededor, ¡entiendes que es un pecado quejarse!»

Semejanza con Édith Piaf
Édith Piaf
Antes de que su nombre fuera conocido en toda Francia (por no hablar del mundo), a Mireille ya la estaban comparando con Édith Piaf. Sus primeras actuaciones causaron sensación, y el público afirmaba que parecía que estaban viendo a Piaf frente a ellos… La similitud estaba en la voz, en el estilo. Por supuesto, ¡esto podría ser una gran ventaja! Pero al mismo tiempo, era una medalla con dos caras…

Cuando los medios comenzaron a desarrollar este tema, llamando a Mathieu la nueva Édith Piaf, el productor Stark prohibió a su pupila escuchar grabaciones del legendario «Gorrioncillo Francés». Le presentó a la chica un hecho: o la singularidad y la originalidad, o el papel de una sombra pálida de una gran ícono… Desde ese momento, Mireille comenzó a buscar su propio estilo, que la hizo famosa en todo el mundo.

«Fortaleza inexpugnable para los periodistas»
Hoy en día, la cantante ha pasado de los ochenta años, pero a lo largo de su carrera siempre ha logrado ocultar hábilmente su vida personal. Nunca ha hablado de sus parejas, nunca ha estado en matrimonio oficial, y ningún periodista ha logrado sacarla a la luz, como dicen. Lo único que Mireille siempre ha dicho es:
«El amor es importante para todos. Es el sentimiento más hermoso que puede experimentar una persona… Puede que no estés casado, pero eso no significa que no se amen. Es algo excepcional, independientemente de los sellos…»