La intérprete acompañó a su marido, François-Henri Pinault, a una cena de estado en París y llevó un vestido de lo más seductor.

Marc Piasecki

La actriz mexicana acudió junto a su marido, el empresario François-Henri Pinault, a la cena de estado celebrada anoche en el Palacio del Elíseo en París.

Este evento albergó la visita al país francés del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y a él acudieron muchas otras celebridades de la talla de Pharrell Williams o Carla Bruni.

Salma Hayek sorprende con un vestido de encaje y sandalias de plataforma en París

Para una ocasión que requería un código de vestimenta formal, Salma Hayek escogió un impresionante vestido de manga larga que lograba acogerse a la etiqueta a la vez que resultaba muy seductor.

Dividido en dos partes, el diseño mezclaba una parte de arriba de encaje, la cual se le ceñía divinamente a sus curvas, con una falda confeccionada en tela brillante que llegaba hasta el suelo.

De esta se asomaban sus sandalias de plataforma a tono con el resto del look.

Salma Hayek junto a su esposo François-Henri Pinault Christian Liewig – Corbis/Getty Images

Sin embargo, fue su selección de complementos la que logró que el paso de Hayek por la alfombra fuera un diez de diez. Le bastaron un bolso de mano sobre, unas gafas de sol carey y unos pendientes de esmeraldas –es decir, tres elementos tremendamente clásicos– para demostrar lo glamurosa y elegante que puede llegar ser tan solo con su presencia.

De la misma manera, la protagonista de Frida supo elegir el rojo de labios perfecto para favorecer su tonalidad de piel y pelo.

Un toque extremadamente glamuroso que acrecentó con su peinado: un moldeado italiano con raya a un lado que aportaba volumen y textura a su melena.

Esta cita en el parisino Palacio del Elíseo fue el escenario de reunión para varias de las figuras políticas más relevantes a nivel mundial, aunque fue la intérprete y su glamour inherente los que consiguieron hacerse con todo el protagonismo.

Artículo publicado previamente en Vogue España, vogue.es