Desde que Lucero anunció que estaba embarazada de su primer hijo, cuando aún estaba casada con Manuel Mijares — todos en México recuerdan su espectacular boda celebrada en 1997 en el Antiguo Claustro de las Vizcaínas, que reunió a lo más selecto de la farándula mexicana de esa época—, el pequeño fue objeto de noticias y especulación, sobre todo porque a lo largo de su embarazo, la ‘Novia de América’ no permitió que le tomaran fotos en estado de gravidez, cuidándose mucho de que nadie pudiera verla así y evitando todas las apariciones en público.

 

José Manuel Mijares Hogaza nació el 12 de noviembre de 2001 (recién cumplió 20 años y su padre y su madre le mandaron amorosos mensajes por Instagram) en la Ciudad de México, y durante los primeros tres años de su vida, sus padres lo mantuvieron muy protegido y lejos del ojo público, al punto que no faltó el comentarista salaz y cruel que especulara a la ligera acerca de la salud del niño, su aspecto físico e incluso, su existencia.

 

 

 

Años después, y todavía algo molesta por estos comentarios, Lucero explicó en una entrevista por TV que, si no había querido presentar a su hijo a los medios cuando era bebé, fue simplemente porque quiso disfrutar de su embarazo en privado, así como de sus primeros años con él. Y que el que hubiera gente que se atreviera a expresar lo anterior, era mezquina y vil: simplemente había querido ser una madre como todas las demás y si bien cuando nació su hija Lucero en 2004 fue algo más abierta al respecto, a todo lo largo de la infancia de sus hijos prefirió mantenerlos apartados de los mirones del mundo, hasta que estos tuvieran libertad de elegir qué hacer.

 

De hecho, es su hermana Lucero la que ha aprovechado estas oportunidades y a través de las redes ha cortejado la fama, dando entrevistas, cantando, haciendo bromas en TikTok, e incluso aceptando la invitación del productor Juan Torres a participar en ‘La Jaula de las Locas’, el musical. Lucerito, como le dicen, tiene una voz notable (es obvio, con esos padres) y está más que claro que a la niña le gusta la fama y hará todo lo posible para ser una celebridad (de hecho, ya lo es).

 

En cambio, Joss (como le dice su madre y los fans de esta) se ha mostrado muy escasamente en redes sociales, pero gracias a su padre, se sabe que tiene gusto y talento en la música y que sabe tocar la batería y la guitarra y es conocido que se ha dedicado a la música desde muy chico, aunque, a diferencia de su hermana, prefiere mantenerse alejado de las cámaras y es de carácter más reservado, como su papá.

Quiere dedicarse a la música, así lo han señalado sus padres, aunque no está interesado en dedicarse profesionalmente a ser cantante, por lo que decidió estudiar instrumentos de cuerdas y piano, así como producción, que son las áreas que más le interesan; y para ello se prepara en la Berklee College and Conservatory of Music, en Boston, donde también han estudiado figuras como Benny Ibarra, Suzanne Vega, Juan Luis Guerra, el célebre Quincy Jones, la cantante St. Vincent y muchos más.

 

 

 

A pesar de ya no estar juntos, Lucero y Mijares han demostrado que llevan una excelente relación impulsando las carreras de sus hijos, quienes poco a poco comienzan a ganar terreno en la industria del espectáculo y José Manuel se ha perfilado como el más maduro de los dos retoños; ha participado con su padre en algún concierto tocando y su madre, cada vez que habla de él en redes lo hace derrochando orgullo.

 

Serio, estudioso, con un selecto gusto musical que se inclina más al rock clásico de los 70, es poco lo que se sabe de él, pero una cosa queda clara: es un muchacho de 20 años maduro para su edad, bien educado y comprometido con su vocación; es fácil saber qué va a ser de su hermana, pero lo que José Manuel haga, no dejará de ser una sorpresa.