Con este calor cada vez es mas difícil conciliar el sueño, por lo que uno  nada mas anda pensando en la comedera, los antojitos y todas esas garnachas que nos engordan el cuerpo pero nos alegran el alma, sin remordimiento culposo.

Y si me declaro un fanático de los elotes, los esquites y los helados bajo la luz de la luna, caminar con el fresco de la noche y deleitarte con los sabores culinarios que nuestro país nos regala, y parece ser que no soy la única persona que disfruta de esto manjares, pues una noche cualquiera me encontré con una hermosa postal, que engalana el hermoso pueblito de Tlaquepaque, Guadalajara.



Nos topamos con un puestecito  que te ofrecen varios antojitos a base de elote, sin embargo quien se lleva las palmas y te envuelve en su rico sabor es la salsita de la casa que le ponen, sin duda alguna elaborada con mucho amor para sus clientes que día a día visitan el puesto de  Nayeli, negocio con el cual saca adelante a su familia, por lo que no dudado en hacerla famosa para reconocer su empeño y ganas de salir adelante.