Mujer decide sorprender a su esposo paralítico, pero al llegar a casa queda ¡en shock!

Lucía y Martín eran una pareja ejemplar. Martín, tras un accidente automovilístico, había quedado paralítico y postrado en una silla de ruedas. A pesar de las adversidades, su amor y compromiso permanecieron fuertes. Lucía, decidida a alegrar a su esposo, planeó una sorpresa especial: un viaje a la playa que siempre habían soñado. Pasó semanas organizándolo en secreto, convencida de que sería el regalo perfecto.

Una tarde, mientras Martín pensaba que ella estaba trabajando, Lucía regresó a casa antes de lo previsto para darle la gran noticia. Pero al abrir la puerta, lo que vio la dejó sin aliento.

Martín estaba de pie. Sí, de pie, sosteniéndose con dificultad, pero claramente tratando de caminar por sí mismo. A su lado, su fisioterapeuta lo alentaba mientras él luchaba con todas sus fuerzas para dar un paso tras otro.

—¡Martín! ¿Qué está pasando? —preguntó Lucía, entre lágrimas de incredulidad.

Martín, sudoroso y temblando, volteó a verla con una sonrisa.
—Quería darte yo la sorpresa primero. He estado trabajando en esto durante meses. Quiero volver a caminar por ti, por nosotros.

Lucía se cubrió el rostro, sollozando de emoción. La sorpresa que había planeado para él se desvaneció ante el increíble esfuerzo y amor que Martín estaba demostrando. Se acercó rápidamente para abrazarlo, ayudándolo a mantenerse en pie mientras sus corazones latían al unísono.

Esa noche, entre risas y lágrimas, Lucía y Martín celebraron no solo sus avances físicos, sino también la fuerza de su vínculo, que seguía demostrando ser inquebrantable. A veces, las sorpresas más grandes no son las que planeamos, sino las que la vida nos regala.