Propina en Restaurantes: Profeco Reitera que es Voluntaria y Cómo Denunciar Presiones o Cobros Indebidos

Profeco reitera que la propina no es obligatoria. Foto: Unsplash

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha reiterado que la propina en los restaurantes es completamente voluntaria y no debe ser impuesta a los clientes. Esta aclaración es crucial para garantizar que los consumidores estén informados sobre sus derechos y sepan cómo actuar en caso de sentirse presionados o enfrentar cobros indebidos.

La Propina es Voluntaria

La Profeco ha enfatizado que la propina es un reconocimiento al buen servicio y, por lo tanto, debe ser una decisión libre del cliente. No puede ser incluida automáticamente en la cuenta ni exigida por el personal del restaurante. Los consumidores tienen el derecho de decidir si desean dejar una propina y de cuánto será.

Cómo Denunciar Presiones o Cobros Indebidos

Si un cliente se siente presionado para dejar una propina o descubre que se ha añadido automáticamente a su cuenta, puede tomar las siguientes medidas:

1. **Solicitar la Corrección de la Cuenta**: En primer lugar, el cliente debe pedir al encargado del establecimiento que corrija la cuenta y elimine cualquier cargo por propina que haya sido añadido sin su consentimiento.

2. Presentar una Queja ante la Profeco**: Si el establecimiento se niega a corregir la cuenta o si el cliente desea reportar la práctica, puede presentar una queja ante la Profeco. Esto se puede hacer de varias maneras:
– Llamar al Teléfono del Consumidor**: 55 5568 8722 o 800 468 8722.
– Enviar un Correo Electrónico**: A la dirección [email protected].
– Visitar una Oficina de la Profeco**: Localizar la oficina más cercana y presentar la queja en persona.

3. **Proporcionar Evidencia**: Es importante que el cliente conserve la cuenta y cualquier otra evidencia que respalde su denuncia. Esto ayudará a la Profeco a investigar y tomar las medidas necesarias.

Derechos del Consumidor

La Profeco trabaja para proteger los derechos de los consumidores y asegurar que los establecimientos comerciales cumplan con las normativas vigentes. Los consumidores tienen derecho a recibir un trato justo y a no ser obligados a pagar cargos adicionales que no hayan aceptado.