Antes de su fallecimiento, la princesa Ana dio una entrevista reveladora al editor real Chris Ship, donde abordó varios aspectos de su vida privada y confesó a quién más odiaba en secreto. Aunque la familia real es conocida por la fama y el glamour, Ana, siempre dedicada y con dignidad en su servicio, mostró una faceta distinta a su imagen pública. A sus 73 años, habló por primera vez de su resentimiento hacia una persona específica, una revelación que ha sorprendido y ofrece una nueva perspectiva sobre su carácter.

 

 

Ana nació en 1950 en Clarence House, fue la única hija de la reina Isabel II y el príncipe Felipe. Desde joven, destacó por su compromiso con el deber real y comenzó a cumplir funciones oficiales a los 18 años. Su dedicación fue constante, y en 1987 se le otorgó el título de “princesa real.” Conocida por su actitud directa y una gran entrega a causas humanitarias, Ana ha trabajado con más de 200 organizaciones, y su labor con Save the Children le mereció una nominación al Premio Nobel de la Paz.

A pesar de su conocida compasión y su enfoque en el servicio público, la entrevista reveló que Ana guarda resentimientos profundos. Reconocida tanto por su humor seco como por ser una figura clave en la familia real, Ana también fue criticada por la prensa en su juventud debido a su actitud tajante, lo que le ganó el apodo de “Su Alteza ruda.” La entrevista explora cómo estos aspectos de su vida pública y privada han dado forma a la compleja y admirable figura que es hoy en día.