Esta narrativa se centra en los sentimientos de Christian Nodal sobre su relación con Ángela Aguilar. Lo que inicialmente parecía ser un matrimonio de ensueño, rodeado de opulencia y felicidad pública, rápidamente comenzó a revelar fisuras. Nodal se sentía atrapado emocionalmente, añorando una conexión más auténtica, que encontraba en sus recuerdos de Cazzu. A pesar de la aparente perfección de su relación con Ángela, se dio cuenta de que no estaba enamorado de ella como pensaba, y esto lo llevó a enfrentar una difícil realidad.

Finalmente, Nodal decidió confesarle sus sentimientos a Ángela, explicando que su corazón aún albergaba recuerdos de Cazzu, lo que había afectado su capacidad de mantener una relación sincera. Esta revelación devastó a Ángela, quien aunque lo sospechaba, no imaginaba que la desconexión fuera tan profunda.

La ruptura fue cubierta intensamente por los medios, con especulaciones sobre las razones detrás de la separación, especialmente en torno a los sentimientos no resueltos de Nodal por Cazzu. Sin embargo, para Nodal, lo más importante era la honestidad consigo mismo y con Ángela, lo que le permitió finalmente comenzar a redescubrir su verdadero yo y lo que realmente quería en la vida.

Después de la separación, Nodal decidió retomar contacto con Cazzu, aunque con cautela. Reflexionando bajo el cielo estrellado, comprendió que había aprendido valiosas lecciones sobre el amor y sobre la importancia de no apresurarse en tomar decisiones sin antes escuchar a su corazón.