La Isla del Encanto recibió a la modelo como toda una reina para vivir un momento soñado

Hace unas semanas, Puerto Rico se vistió de fiesta para recibir a su última ganadora en La casa de los famosos: Maripily Rivera. Las calles se engalanaron de alegría y música para darle la bienvenida con toda la emociónque se merecía después de su paso por el reality.

Los días posteriores fueron un no parar de festejos y homenajes a la triunfadora, que sigue saboreando el amor de la gente de su tierra.

Sin embargo, la Isla del Encanto también ha querido dar su lugar a su otra reina: Madison Anderson Berrios, quien acaba de hacer una entrada triunfal en su país. Como era de esperar, su recibimiento también ha estado a la altura.

Ahora es el turno y el momento de gloria de la otra ganadora de La casa de los famosos, quien está en Puerto Rico con su prometido, Pepe Gámez, para cumplir uno de sus grandes sueños profesionales.

La modelo se ha convertido el centro de todas las miradas esta semana tras volver a sus raíces. El motivo que la llevó a ser una de las mujeres más bellas y conocidas del mundo cobra especial reconocimiento.

La organización de Miss Universo Puerto Rico, certamen que ganó en 2019, la llamó para ser parte del jurado de la competencia final del famoso concurso de belleza. Todo un privilegio con el que retoma una de sus máximas ilusiones.

“Renacer: Regresar a mis raíces, a lo que me apasiona, al mundo que me abrió las puertas, donde todo comenzó. Hoy me reafirmo en que todo ocurre por un propósito y en el momento preciso. Muchas cosas nuevas por venir”, escribió en sus redes la maniquí.

Después de cinco años, retornó a su lugar feliz para revivir esas mismas emociones pero desde el otro lado y con menos nervios. La noche del jueves Madison volvió a deslumbrar con su belleza y con su participación, la cual fue mostrada, entre otros, por su novio, quien se sintió de lo más feliz y orgulloso de este nuevo logro de su pareja.

Una noche mágica en la que, aunque solo fuera por unas horas, le robó el trono al huracán Maripily, quien sigue siendo la gran consentida de este rincón paradisíaco.