Ángela Aguilar había estado guardando silencio durante semanas desde que su relación con Christian Nodal comenzó a ser el foco de la prensa. Se mantuvo al margen de los escándalos, ignorando las especulaciones. Pero la traición, esa puñalada por la espalda que nunca vio venir, la dejó sin palabras.

Ángela, conocida por su madurez a pesar de su corta edad, no era de las que reaccionaban impulsivamente. Sin embargo, aquella tarde en la que descubrió la verdad, sintió que el aire le faltaba. Los rumores habían estado flotando en el aire por un tiempo, pero siempre los desechaba. Nunca imaginó que Nodal, con quien había compartido tanto, fuera capaz de traicionarla de esa manera.

No solo se trataba de una relación de pareja; entre ellos había algo más profundo, algo que trascendía los escenarios y las cámaras. Ángela confiaba en Nodal no solo como compañero, sino como confidente. Por eso, cuando aquella noche recibió un video que lo mostraba en una situación comprometedora, el dolor que sintió fue indescriptible.

No eran celos lo que la consumía, sino la traición a su confianza. Lo que vio y escuchó en ese video era más que una infidelidad; era una falta de respeto hacia todo lo que habían construido juntos. Esa noche no pudo dormir. Se quedó esperando una explicación, un mensaje, algo que justificara lo que acababa de presenciar. Pero nada llegó.

Cuando finalmente Nodal le escribió, ya era demasiado tarde. Ángela había procesado lo suficiente para entender que no había marcha atrás. Las palabras de Nodal le parecieron vacías, como si no comprendiera la magnitud de su error. Pero ella lo entendía muy bien, y esa comprensión le quemaba por dentro.

El día que decidió enfrentarse a él, no fue algo planeado. Simplemente, se dio cuenta de que ya no podía seguir guardando lo que sentía. Nodal apareció en una reunión de amigos en común, sin saber que Ángela estaría allí. Al verla, intentó actuar con normalidad, pero Ángela mantuvo la calma. No permitiría que nadie la viera perder el control.

Finalmente, cuando se quedaron a solas, Ángela decidió que era el momento de hablar. “Necesito que me expliques algo, y quiero que seas sincero,” dijo ella, mirándolo directamente a los ojos. Nodal bajó la mirada, incapaz de sostenerla. “Fue un error,” murmuró. Pero Ángela no estaba dispuesta a aceptar esa excusa. “Esto no fue un error, Christian. Esto fue una decisión. Decidiste traicionarme de la peor manera.”

ANGELA AGUILAR VÀ CHRISTIAN NODAL ĐANG LY HÔN, TIN NHẮN LIÊN QUAN ĐẾN NGƯỜI HÂM MỘ CỦA HỌ #angelaaguilar

Ángela sabía que, aunque su corazón estaba roto, no permitiría que Nodal siguiera teniendo poder sobre ella. “Esto se acaba aquí,” concluyó, dándole la espalda. Sabía que el dolor no desaparecería de inmediato, pero también sabía que era lo mejor para ella.