Juanel Hernández, un joven dominicano proveniente de una familia modesta en el Ingenio Consuelo, en San Pedro de Macorís, e hijo de dos pastores evangélicos, ha alcanzado un hito significativo al debutar en París de la mano de Louis Vuitton.

Su incursión en la alta costura lo posiciona entre los grandes de la industria de la moda, destacándose no solo por su talento sino también por su inspiradora historia de superación.

Además de su éxito en la pasarela internacional, Juanel tiene un sueño claro: construir una iglesia para sus padres, quienes han sido una fuente constante de apoyo y guía en su vida, por ende, este gesto simboliza no solo su gratitud hacia su familia y sus raíces, sino también su deseo de retribuir a la comunidad que lo vio crecer.

Su historia no solo es un testimonio de perseverancia y talento, sino también un recordatorio del potencial transformador del esfuerzo personal y el apoyo familiar en la búsqueda de los sueños más ambiciosos.