Irma Dorantes revela la verdad sobre la muerte de Pedro Infante tras 90 años de silencio

Durante más de seis décadas, la trágica muerte de Pedro Infante, el ídolo mexicano, ha estado rodeada de misterio, especulaciones y teorías que han dejado a millones de fanáticos cuestionando las circunstancias de su fallecimiento. Fue el 15 de abril de 1957 cuando un accidente aéreo en Mérida, Yucatán, acabó con la vida de uno de los artistas más queridos de México, pero ¿fue realmente un accidente? Irma Dorantes, la mujer que compartió sus últimos momentos, ha decidido, a los 90 años, contar la verdad sobre aquella fatídica mañana.

En una emotiva entrevista, Irma Dorantes, con su rostro marcado por las huellas del tiempo y un semblante sereno, sostiene una fotografía de Pedro Infante. “Han dicho tantas cosas sobre nosotros, sobre su muerte, pero ahora siento que es el momento de contar lo que realmente pasó”, asegura con voz pausada pero firme. La mujer, quien fue pareja de Pedro durante los últimos años de su vida, revela detalles que permanecieron ocultos por décadas.

Irma describe cómo la mañana del accidente, Pedro parecía estar inquieto y ansioso, algo que no era común en él. Habían discutido la noche anterior debido a su insistencia en seguir volando a pesar de los riesgos. Pedro, además de ser cantante y actor, era un apasionado piloto. A lo largo de su vida había sobrevivido a varios accidentes aéreos, pero nunca dejó de volar, ya que volar era su manera de escapar de la fama y sentirse libre. Sin embargo, aquella mañana algo le decía que no debía volar. “Me dijo que sería su último vuelo”, recuerda Irma, aunque ella no sabía si lo decía para calmarla o porque realmente lo sentía.

Lo que parecía ser una simple promesa de despedida antes de un vuelo rutinario, se transformó en una tragedia. Irma cuenta que, a pesar de las dudas de Pedro sobre el vuelo, había algo más que lo impulsaba a hacerlo. Según ella, Pedro estaba recibiendo amenazas. Cartas anónimas, llamadas extrañas y advertencias que él desestimaba, pero que ella consideraba que algo peligroso estaba sucediendo. “Pedro sabía demasiado”, afirma Irma con voz temblorosa, dejando entrever que el éxito y la independencia de Pedro habían creado poderosos enemigos.

La versión oficial del accidente nunca convenció a Irma. Las autoridades señalaron que el avión de Pedro sufrió fallas mecánicas, pero ella, que conocía las habilidades del ídolo como piloto, no cree que el accidente haya sido causado por un error humano. “Pedro era un piloto experimentado, no cometía errores fácilmente”, dice con convicción. Y es aquí donde las teorías sobre un posible sabotaje empiezan a tomar fuerza. “Hubo demasiadas personas que se beneficiaban con su muerte”, comenta Irma, sugiriendo que el accidente pudo haber sido orquestado por quienes no soportaban ver a Pedro en la cima de su carrera.

Uno de los elementos más intrigantes en esta historia es el misterioso maletín que Pedro llevaba consigo el día de su muerte. Irma revela que nunca antes había visto ese maletín, y cuando le preguntó qué llevaba en él, Pedro simplemente le respondió que “era algo importante”. La mujer siempre sospechó que ese maletín contenía algo más que simples documentos, y con el tiempo, las conversaciones que Pedro tuvo con personas cercanas a él le hicieron pensar que quizás estaba recopilando pruebas sobre ciertos individuos que querían hacerle daño.

Irma recuerda cómo Pedro, a pesar de ser un hombre sencillo, había recibido propuestas para involucrarse en negocios oscuros, los cuales rechazó rotundamente. Sin embargo, su negativa lo colocó en el radar de aquellos que no estaban acostumbrados a recibir un “no” por respuesta. Además, su neutralidad política, aunque le permitió mantenerse alejado de conflictos, también lo convirtió en un objetivo. Irma asegura que en las semanas previas a la tragedia, Pedro estaba cada vez más reservado y paranoico, como si cargara con un peso invisible que no podía compartir con nadie.

La mañana del 15 de abril de 1957, Pedro salió temprano de su casa con un maletín que nunca había visto antes. “Me dijo que todo estaría bien, que no me preocupara”, recuerda Irma, pero ella insistió en que no volara. Pocos minutos después, el avión se desplomó y Pedro Infante, junto con el piloto y el copiloto, perdieron la vida. La noticia llegó como un golpe devastador para todo México, pero para Irma, el dolor fue aún más profundo. “Pedro murió ese día, pero las razones de su muerte siguen siendo un misterio”, confiesa.

A lo largo de los años, Irma ha tenido que lidiar con rumores y acusaciones, algunos de los cuales la señalaban como responsable de su muerte. Sin embargo, ella siempre ha sido clara en que el amor que compartieron fue verdadero. “Si pudiera retroceder el tiempo, haría todo lo posible por detenerlo esa mañana”, asegura, visiblemente afectada.

Irma Dorantes, la última persona que vio a Pedro Infante con vida, por fin ha decidido romper el silencio y contar lo que sabe. Las preguntas siguen siendo muchas, pero la historia de Pedro Infante, más allá de la leyenda, guarda secretos que, como ha dicho Irma, aún esperan ser revelados. ¿Qué había en ese maletín? ¿Qué amenazas enfrentó Pedro en sus últimos días? Irma promete seguir compartiendo los detalles de una historia que permanece oculta, dejándonos con la intriga de un misterio que persiste en la memoria colectiva de México.