Para nuestro séptimo aniversario, en 1995, decidimos realizar una portada muy, pero muy especial, y por eso, ¡nos lanzamos a Los Ángeles!, a producir las fotos y a pasar unos días con dos amigos de quienes estamos en verdad muy orgullosos: Salma Hayek y Ricky Martin, quienes gracias a un gran esfuerzo, dedicación y amor a sus carreras, están brillando en Hollywood al nivel de las grandes estrellas internacionales. En aquel entonces, Salma había protagonizado la telenovela Teresa y se marchaba a Hollywood con la firme idea de abrirse camino en el competido mundo del cine estadounidense.

¿Qué pasaba en la carrera de Ricky Martin y Salma Hayek en 1995?

Salma Hayek

¿Qué piensas de todo lo que has logrado en estos años fuera de México?

S: Estoy emocionada y muy contenta. Pero no los siento como logros, pues apenas estoy viendo que se me van a venir encima.

¿Cómo fue el primer contacto con el cine estadounidense?

S: Empecé en una audición con 10,500 personas, no hablando bien inglés, para un papel bien pequeñito. De ahí te ve alguien, algo le llama la atención de ti y haces otra cosita, y ahí te ve alguien y haces otra, y así te vas. Fue empezar otra vez como si nunca hubiera hecho nada.

En 1995, se pronosticaba que Salma se convertiría en una de las nuevas actrices destinadas al éxito, y esto pensaba ella al respecto: “Me ha ayudado mucho. Yo creo que la energía de la gente que me ve con esa proyección, me da fuerza. No es una cosa fácil esto que estoy haciendo, y no creo que en México tengan una idea real de lo que es. Porque el nivel de competencia es muy, muy fuerte, y hay que romper con una serie de prejuicios que tienen los americanos de lo que funciona y de lo que no funciona. Además, aquí hay muy pocos papeles para latinas, y aparte, soy la única que tiene acento. Las demás no tienen acento y encima de todo, son muy buenas actrices y guapas. Está difícil…

¿Qué significa para ti estar aquí?

Nada más un principio. Estoy muy orgullosa porque sólo yo sé lo difícil que ha sido, pero estoy muy consciente de que son mis primeros pasos a este nivel. Y pues ojalá que pueda seguir adelamye, porque mira a Brooke Shields, y como ella, te puedo dar muchos nombres que nosotros considerábamos que eran las máximas estrellas y que aquí las ves tocando puertas, y no les abren una sola.

¿Cómo le haces para ser la única mexicana en Hollywood sonando fuerte y que no se te haya subido?

Es que yo fui una estrella desde que nací, porque era muy consentida. Vivía en un lugar que se llama Coatzacoalcos, donde todo el mundo sabía quién er yo. Entonces, no siento mucha diferencia. No sé cómo le hago, pero sí estoy muy ubicada.

Ricky Martin

Ricky acababa de renovar por un año más su contrato en la serie estadounidense Hospital General y aparte, había empezado con la promoción de su nuevo disco titulado A medio vivir, del cual, el primer sencillo, Te extraño, te olvido, te amo, ya está sonando fuerte en todo el continente.

Tienes una imagen muy fuerte en Estados Unidos…

R: Yo digo que siempre se ha hablado de los valientes, y te soy sincero, que venirse para acá es un mercado que requiere de mucho tiempo. Pero yo lo pensé, me decidí a hacerlo, pensé que estaba muy joven, tengo las energías para poder soportar a los dos leones que tengo de mi carrera: la de cantante y actor. Esto es un principio para mí, pero mis metas van más allá, al teatro, a Broadway, yo me quiero dar a conocer en la India, por eso Julio Iglesias es uno de mis ídolos, que si vas a Pakistán lo conocen, y vas a China y es igual.

¿Qué ha significado para ti Hospital General?

R: Creo que la mejor escuela. Para cualquier actor, una telenovela es una escuela, aunque si estás mucho tiempo en una, puede sacar de ti muchas malas mañas por la manera como se trabaja, a toda velocidad. Además, ha sido un paso muy importante, estás en Hollywood y una hora diaria en la televisión norteamericana.

¿Y tu nuevo disco?

R: Se llama A medio vivir, porque tiene mucho significado con mi vida, porque estoy justo a la mitad de lo que me falta por vivir. A medio vivir puede ser también estar sin ti, como ser solamente la mitad de un corazón. A medio vivir puede ser muchas cosas, y me gustaría seguir pensando más en lo que realidad sería el título.