Julián Gil y Valeria Marín celebraron su boda en una íntima ceremonia en Puerto Rico, lugar que guarda un significado especial para el actor.

La pareja optó por una celebración reservada, rodeados de sus seres queridos en un ambiente cálido y emotivo que reflejó su personalidad.

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El evento se llevó a cabo en un lugar que combinaba la belleza natural de Puerto Rico con detalles cuidadosamente seleccionados.

La decoración estuvo basada en tonos suaves y flores blancas, creando un espacio romántico que resaltó la importancia del momento.

Un detalle que capturó la atención fue la participación de su perrito como el encargado de llevar los anillos.

Considerado como parte de la familia, su presencia le dio un toque único y especial a la ceremonia, robándose el corazón de los asistentes con su ternura.

Durante el intercambio de votos, Julián y Valeria no pudieron evitar la emoción al expresar sus sentimientos y promesas.

Las palabras que compartieron reflejaron el profundo amor y la conexión que los une, haciendo que este momento se volviera aún más memorable.

Tras el “sí, acepto”, los recién casados disfrutaron de una recepción en compañía de sus invitados.

La música, el baile y los sabores locales protagonizaron la celebración, donde el ambiente estuvo lleno de alegría y buenos deseos para la pareja.