Roberto Carlos, conocido como “El Rey de la Música Brasileña”, es uno de los artistas más queridos de Brasil y una figura de renombre mundial. A lo largo de su carrera, ha marcado generaciones con su música, convirtiéndose en un ícono no solo en su país natal, sino también en lugares como México y Argentina. A sus 83 años, el cantante ha decidido abrir su corazón y compartir detalles íntimos de su vida, revelando luchas personales y momentos conmovedores que han sido fundamentales en su vida y carrera.

Roberto Carlos (singer) - Wikipedia

Nacido en Cachoeiro de Itapemirim, Brasil, el 19 de abril de 1941, Roberto Carlos creció en una familia humilde. Su madre, Laura Moreira Braga, era una mujer devota, mientras que su padre, Robertino Braga, trabajaba como relojero. Desde pequeño, Roberto mostró un gran interés por la música, influenciado por las canciones que escuchaba en la radio. Sin embargo, su infancia no estuvo exenta de tragedias. A los seis años, sufrió un terrible accidente ferroviario que le costó la amputación de parte de su pierna derecha. Este episodio doloroso marcó su vida de manera profunda, pero nunca dejó que lo definiera. Utilizando una prótesis, continuó persiguiendo su pasión por la música.

A los nueve años, Roberto hizo su primera presentación en un programa de radio local, cantando “Amor y más amor”. A medida que crecía, su pasión por la música se intensificó, y a su adolescencia se mudó a Río de Janeiro para seguir su sueño de ser cantante. En sus primeros años, Roberto luchó por encontrar su lugar en el mundo de la música, participando en programas de talentos y actuando en bares y clubes. Fue en la década de 1950 cuando conoció a Erasmo Carlos, con quien formó una de las alianzas más influyentes de la música brasileña.

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La fama de Roberto Carlos despegó en la década de 1960, cuando se unió al movimiento “Jovem Guarda”. Este movimiento, que fusionaba rock y pop, conquistó a los jóvenes brasileños, y canciones como “Quero Que Tudo Pro Inferno” se convirtieron en himnos generacionales. Tras la disolución del movimiento, Roberto hizo una transición musical hacia las baladas románticas, un género que lo consolidó como el máximo exponente del amor en la música brasileña. Canciones como “Detalhes” y “Amigo” dejaron huella en millones de oyentes, y su música tocó el corazón de quienes la escuchaban.

La vida personal de Roberto Carlos, sin embargo, estuvo marcada por momentos dolorosos. En 1998, su esposa María Rita fue diagnosticada con cáncer y, a pesar de los esfuerzos por su recuperación, falleció al año siguiente. La pérdida de María Rita fue un golpe devastador para Roberto, un vacío que nunca pudo llenar por completo. Además de enfrentar la muerte de su esposa, Roberto también sufrió la pérdida de su compañero de toda la vida, Erasmo Carlos, y de otros seres queridos. Estos episodios trágicos lo llevaron a una profunda reflexión sobre la vida y la muerte.

Sin embargo, a pesar de estos momentos de dolor, Roberto encontró consuelo en la música, que siempre ha sido su refugio y su forma de conectar con el mundo. Sus canciones, que hablan de amor, esperanza y nostalgia, no solo lo ayudaron a lidiar con su dolor, sino que también sirvieron de puente para acercarse a sus fans, quienes lo ven no solo como un artista, sino como una figura cercana, casi parte de su familia.

Roberto Carlos | Metrópoles

A lo largo de su carrera, Roberto Carlos ha sido homenajeado en innumerables ocasiones, recibiendo premios y distinciones que celebran su impacto en la música brasileña y mundial. Su presencia en los hogares brasileños es un fenómeno cultural, especialmente durante sus especiales de fin de año, que se han convertido en una tradición muy esperada por sus seguidores.

Además de su éxito en Brasil, Roberto Carlos ha logrado conquistar públicos en todo el mundo, desde América Latina hasta Europa y Estados Unidos. A lo largo de los años, ha grabado canciones en diversos idiomas, y su colaboración con el cantante español Julio Iglesias ha sido un hito en su carrera internacional. La música de Roberto Carlos ha trascendido fronteras, tocando corazones en diferentes culturas.

A pesar de su éxito y fama, Roberto Carlos también ha sido abierto sobre sus luchas personales. Ha revelado que sufre de trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), lo que lo lleva a tener hábitos repetitivos y a buscar la perfección en su vida diaria. Aunque este trastorno ha sido un desafío para él, Roberto ha aprendido a lidiar con él y lo ha integrado en su rutina. Estas manías y supersticiones, como evitar ciertos colores y seguir rituales diarios, muestran un lado más humano del artista, quien, a pesar de su estatus, enfrenta las mismas dificultades que muchas otras personas.

Roberto Carlos es, sin lugar a dudas, un símbolo de superación y resiliencia. A través de sus canciones, ha logrado transmitir sus emociones más profundas, y su conexión con el público sigue siendo más fuerte que nunca. Su legado en la música brasileña es incuestionable, y su influencia continuará siendo parte de la historia de la música global por muchos años más.