A sus 76 años, Marisol finalmente reveló quién es la persona que más ama

Dicen que a Marisol le robaron la infancia y que no pudo vivir la adolescencia como una chica normal. Así lo cuenta Vicky, su hermana, en el documental de Lazos de Sangre. “Todas hemos coqueteado de jóvenes, menos mi pobre hermana, que si miraba a un chico, ya era una noticia”.

La prensa se frotaba las manos cada vez que la niña prodigio se acercaba a un hombre, aunque fuera para rodar una película o para cantar. Todo era carne de la prensa, y no solo de la rosa.

En el archivo encontramos artículos que hablan de la relación que tuvo con compañeros como Junior, Palito Ortega, Joan Manuel Serrat o Juan Pardo, con el torero Palomo Linares, e incluso con Antonio, el bailarín, que era 27 años mayor que ella.

No había límites para alimentar el rumor. La cantante Jeanette es la única que habla de esto. “Con Juan Pardo lo que tenía era complicidad”. Marisol se enamoraba en las películas y en sus canciones. Pepa Flores lo hacía desde su libertad. Aunque no siempre fue así.

Carlos Goyanes

Cuando Marisol deja Málaga para vivir en Madrid, se instala en casa del productor de cine Manuel Goyanes, su descubridor y manager, y vive con los seis hijos del productor José, Carlos, Mari Carmen, Ana, Rosa y Tato. Con ellos mantiene una relación casi fraternal, pero con el paso del tiempo los sentimientos entre Marisol y Carlos derivan en amor.

Se casaron en 1969, con los 22 y 23 años recién cumplidos. La boda se celebró en la Iglesia de San Agustín de Madrid y se armó un enorme jaleo, tanto que tuvo que intervenir la policía.

Vicky, la hermana de Marisol, recuerda que llegaron pronto y salieron a tomar un poco el aire, pero luego ya les fue imposible volver a entrar. Carlos Goyanes, que se convirtió en su representante, se casó con ella en régimen de bienes gananciales.

Se dice que la artista sufrió dos abortos y que esto, unido a los muchos desacuerdos, provocaron la separación y la nulidad del matrimonio por inmadurez de ambos cónyuges.

Años después, Pepa Flores contó que Carlos era la única persona a la que recordaba con cariño de la etpaa de Marisol.

El bello Antonio Gades

Su segundo marido fue otro artista de fama internacional, Antonio Gades. El bailaor tenía una personalidad arrolladora y enseguida cautivo a Pepa Flores.

Su noviazgo acaparó todas las portadas de los periódicos y revistas y se convirtieron en la pareja de moda. Con Gales, ella logró el sueño de ser madre, pero como en su vida no estuvo exento de polémica. Tuvieron tres hijas, todas antes de casarse.

María, la mayor, llegó cuando todavía no había conseguido la nulidad de su matrimonio con Carlos Goyanes y Pepa Flores tuvo que dar a luz en Argentina para que no les denunciasen por adulterio.

Cuando nacieron sus hijas, ella dejó por un tiempo la interpretación. Por un lado, porque quería disfrutar plenamente de su maternidad y por otro, hubo un problema de celos. Antonio era una gran estrella, pero a veces la luz de Marisol le dejaba en la sombra.

En aquel momento se fueron a vivir a una gran casa con jardín y montó también una tienda de antigüedades y una pizzería.

Durante este periodo también fueron una pareja comprometida con la actividad política. Los dos fueron abanderados del comunismo, tenían un vínculo tan fuerte con esta política que cuando se casaron lo hicieron en Cuba: Fidel Castro y Alicia Alonso fueron los padrinos.

Pepa Flores solo volvió a actuar para apoyar a Gades. Por eso, protagonizó Proceso a Maiana Pineda, una serie que recreaba la vida de una heroína ejecutada en el siglo XIX.

Eso lo hizo solo por conseguir dinero para montar la compañía del bailarín, así lo cuenta José Manuel Parada, amigo de la actriz. “Por su Antonio Gades lo hacía todo”.

Cuando la relación se enfrió y rompieron se culpó a las repetidas infidelidades del bailaor. “Antonio no era una hombre de una sola mujer”, dice Ángel Antonio Herrera en el documental.

“Hemos sido amigos toda la vida y vamos a seguir siéndolo, enemigos jamás”, llegó a decir el propio Gades tras sus separación.

Después de su ruptura, Pepa acude al fin a su Málaga natal buscando refugio emocional. En aquellos momentos se replanteó su carrera y en 1985, después de rodar la película Caso cerrado, decide retirarse para siempre.

Su último amor

En Málaga encontró lo que tanto deseaba, la calma y el anonimato. Pero también, aunque sin buscarlo, el amor. Su vida pegó un giro tras conocer a Massimo Stecchini, dueño de una pizzería, un hombre alejado de la fama y los focos de los que ella huyó.

Llevan juntos más de treinta años y viven de forma sencilla entre flores, gallinas y el cariño de la familia. “Ha ganado autoestima, ha ganado paz y ha ganado disfrutar de la vida un poquito”, dice su hermana Vicky.

Tristemente, la cantante se despidió de él el 3 de septiembre de 2023, después del fallecimiento de Massimo Stecchini a los 63 años de edad a causa de un infarto.

Pepa Flores ha recibido muchas ofertas para volver a cantar o actuar, pero ha rechazado todas. Han llegado a ofrecerle un cheque en blanco, pero ella lo sigue teniendo claro.

“En la vida no todo es el dinero, no todo se hace por dinero”, contestó a un productor que no puso límites en su oferta. Lo hizo con esa integridad que es su seña de identidad.

El dinero no lo es todo para ella, porque en su niñez más que un ser humano era una máquina de hacer pesetas. Su prioridad es la libertad, para llevar por fin las riendas de su vida. Stecchini falleció