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Marco Antonio Solís, conocido mundialmente como “El Buki”, es una de las figuras más influyentes y queridas de la música latina. Su vida, tanto personal como profesional, está marcada por una serie de eventos que han moldeado su carrera y sus composiciones, muchas de las cuales reflejan las experiencias y desafíos que ha enfrentado a lo largo de los años.

Nacido en Ario de Rosales, Michoacán, en 1959, Marco Antonio Solís mostró un talento innato para la música desde una edad temprana, algo que heredó de su padre, quien tenía una voz maravillosa, aunque nunca alcanzó la fama. A los 10 años, su pasión por la música era tan intensa que preocupaba a su familia, pero nada pudo detener su deseo de seguir adelante. A los 12 años, junto a su primo Joel Solís, formó un dúo llamado “Los Hermanitos Solís”, que más tarde evolucionaría hasta convertirse en el grupo que lo catapultaría a la fama internacional: Los Bukis.

Los Bukis, fundados en 1975, rápidamente se convirtieron en un fenómeno en Latinoamérica, gracias a su singular fusión de baladas románticas y ritmos tradicionales mexicanos. Durante este tiempo, Marco Antonio comenzó a demostrar sus excepcionales habilidades como compositor, creando algunos de los mayores éxitos del grupo. Canciones como “Te tuve y te perdí” y “Me siento solo” capturaron los corazones de millones, pero fue con el álbum Me volví a acordar de ti (1987) que el grupo alcanzó la cúspide de su éxito, especialmente con la icónica canción “Tu cárcel”.

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Sin embargo, la vida personal de Marco Antonio no fue fácil. Durante su relación con Marisela, una joven cantante menor de edad en ese entonces, vivió una montaña rusa emocional que marcó muchas de sus composiciones. Rumores sugieren que “Tu cárcel” podría estar inspirada en los sentimientos encontrados tras el fin de esta relación. Posteriormente, inició una relación con Beatriz Adriana, otra figura importante en la música mexicana, con quien tuvo una hija. A pesar de su éxito profesional, su vida amorosa estuvo plagada de dificultades, incluyendo acusaciones de infidelidad y tensiones familiares.

Uno de los momentos más trágicos de la vida de Marco Antonio ocurrió en el año 2000, cuando su hijo adoptivo, Leonardo Martínez, fue secuestrado y asesinado en Tijuana. Este devastador evento dejó una profunda huella en el artista, quien canalizó su dolor en la creación de la canción “Si no te hubieras ido”, un homenaje a la memoria de Leonardo. Esta balada se convirtió en un himno de desamor y dolor, resonando profundamente con su audiencia.

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A pesar de las tragedias, Marco Antonio continuó su carrera con gran éxito. En los años 90, decidió separarse de Los Bukis para emprender una carrera como solista. Esta arriesgada decisión resultó ser acertada, ya que logró consolidarse como uno de los cantautores más importantes de la música latina. Su capacidad para reinventarse y mantenerse relevante en una industria en constante cambio es un testimonio de su talento y dedicación.

Además de sus éxitos musicales, Marco Antonio también ha enfrentado desafíos personales, como la discapacidad motora de su hijo mayor, lo que lo llevó a involucrarse activamente en causas benéficas, como el Teletón. A lo largo de su vida, ha demostrado una resiliencia admirable, transformando el dolor en arte y conectando con su público a través de letras que reflejan emociones universales.

En la actualidad, Marco Antonio Solís sigue siendo un referente en la música latina. Su legado no solo se basa en sus logros comerciales, sino en la profundidad emocional de sus composiciones, muchas de las cuales nacen de sus propias experiencias de vida. Con una carrera que abarca más de cinco décadas, El Buki ha dejado una huella imborrable en la historia de la música y continúa siendo una fuente de inspiración para millones de personas alrededor del mundo.