La estatua de Anubis: un guardián eterno del viaje del rey Tutankamón al más allá

En 1922, la histórica excavación de Howard Carter en la tumba del rey Tutankamón en el Valle de los Reyes reveló una gran cantidad de tesoros, incluida una notable estatua de Anubis, el antiguo dios egipcio de la momificación y protector de los muertos. Representando a Anubis con la cabeza de un chacal y el cuerpo de un hombre, la estatua fue elaborada meticulosamente para servir como guardián de la tumba y guía para el alma del joven faraón en el peligroso viaje a través del inframundo.

La estatua, que descansaba sobre un santuario de madera negra, encapsulaba las profundas creencias espirituales del antiguo Egipto. Anubis, asociado con la protección, el embalsamamiento y el pesaje del corazón en el Salón de Ma’at, era fundamental para garantizar un paso seguro para el difunto al más allá. La ubicación de la estatua en la tumba de Tutankamón subrayó su papel simbólico en la salvaguarda del viaje del faraón a la eternidad.

Parte de una colección incomparable de tesoros casi intactos, la estatua de Anubis se destacó por su presencia icónica y su arte, capturando la imaginación del mundo. El elegante diseño de la estatua con cabeza de chacal, pintado en negro con detalles dorados, reflejaba tanto la majestuosidad como el misterio de las antiguas creencias egipcias sobre la muerte y la inmortalidad.