César Évora, un nombre que resuena con fuerza en el mundo del entretenimiento en América Latina, es ahora un actor destacado y reconocido en cine, teatro y televisión. Nacido en La Habana, Cuba, el 14 de noviembre de 1959, César ha recorrido un largo y fascinante camino para llegar a ser una de las figuras más queridas por el público. Sin embargo, su historia no comenzó con los reflectores de la fama, sino con la búsqueda de su verdadera vocación.

ASI VIVEN CESAR EVORA Y SUS HIJOS - YouTube

Desde joven, César demostró tener una inclinación por el arte, particularmente por la pintura. De hecho, su primer deseo fue dedicarse a las artes visuales, pero la vida tenía otros planes para él. Aunque inicialmente ingresó a la universidad para estudiar ingeniería, pronto se dio cuenta de que no era el camino que lo llenaba por completo. La verdadera pasión de César siempre estuvo en el arte escénico, y fue así como decidió dejar atrás la ingeniería para unirse a la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en Cuba, donde comenzó a formarse en dirección.

En 1980, su vida dio un giro inesperado cuando tuvo la oportunidad de participar en el casting para la película Cecilia, dirigida por Humberto Solás. Aunque el proyecto no se concretó, esta fue la puerta que se abrió para César en el mundo del cine. Desde ese momento, su carrera comenzó a despegar, participando en películas como Un hombre de éxito y La bella del Alhambra, que lo catapultaron al estrellato. En poco tiempo, se consolidó como uno de los actores más importantes de Cuba.

De Cuba a México: Un Nuevo Comienzo

A principios de los años 90, César decidió emprender un nuevo desafío profesional al mudarse a México. Dejó atrás su carrera en el cine cubano y se adentró en el mundo de las telenovelas, un género muy diferente pero que lo llevaría a alcanzar la fama internacional. En México, César firmó un contrato con la gigante televisiva Televisa, lo que le permitió participar en importantes producciones dramáticas.

Entre sus papeles más recordados están los de Gabriel Almada en Un laberinto de pasión, Federico Rivero en Muy abrázame muy fuerte, y el entrañable Marcelo Romero Vargas en Corazón salvaje, una de las novelas más exitosas de los 90. Su inconfundible voz, fuerte y profunda, y su gran talento actoral hicieron de él un actor imprescindible en la televisión latinoamericana. Con más de 60 novelas en su haber, César Évora se convirtió en un ícono del entretenimiento en la región.

Un Hombre de Familia y Un Nuevo Amor

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A pesar del éxito profesional, la vida personal de César no estuvo exenta de dificultades. Creció al lado de su madre y su abuelo, ya que su padre estaba ausente durante gran parte de su vida. A pesar de la distancia, César siempre recordó con cariño las cartas que su padre le enviaba. La relación con su madre y su abuelo fue muy cercana, y de su abuelo guarda los recuerdos más gratos de su infancia.

En Cuba, César estuvo casado con su primera esposa y tuvo dos hijos: Rafael y Mariana. Sin embargo, las circunstancias en su país lo llevaron a tomar la decisión de emigrar a México en busca de un futuro mejor. En el proceso, tuvo que divorciarse de su primera esposa, pero fue en México donde, además de encontrar el éxito, también encontró el amor de su vida: Vivian Domínguez. Juntos han formado una familia en México, y César considera que finalmente ha encontrado el hogar que siempre había buscado.

Su Familia: Un Pilar en Su Vida

Hoy, a los 61 años, César disfruta de la vida al lado de su esposa Vivian y sus tres hijos. Rafael, el mayor, es músico y estudió ingeniería de sonido en España. Mariana, su hija, es una mujer decidida y fuerte, egresada de la Universidad de Miami en Ingeniería Civil, una carrera que César mismo consideró en su juventud, pero que nunca pudo terminar. La más joven, Carla, estudia producción en medios digitales en Ciudad de México y, con más de 26 años, es la más alta de los tres hermanos.

En 2016, César vivió uno de los momentos más especiales de su vida al convertirse en abuelo, cuando Mariana le dio su primera nieta, Olivia. Unos años después, en 2018, su hija tuvo otro hijo, un varón, lo que hizo aún más feliz al actor. Aunque sus hijos ya son adultos, César sigue siendo un padre orgulloso y un abuelo feliz, disfrutando de cada momento con su familia, que siempre ha sido su mayor motivación.

El Legado de César Évora en la Televisión

Con una carrera que abarca más de cuatro décadas, César Évora sigue siendo una de las figuras más representativas de las telenovelas en América Latina. Su último gran proyecto fue la telenovela Eso que tú me das (2021), donde interpretó a Leopoldo Fernández. Su talento sigue siendo apreciado por millones de personas en todo el mundo.

A lo largo de su carrera, César ha logrado conquistar a su público no solo por su habilidad actoral, sino también por su carisma y autenticidad. Su voz profunda y su presencia en pantalla lo han convertido en un referente dentro del mundo de la actuación.

Hoy, con una vida plena, una familia unida y un legado que perdura, César Évora continúa siendo un actor de renombre en el mundo de las telenovelas y el cine. Su historia, llena de sacrificios y éxitos, es un testimonio de perseverancia y pasión por el arte.

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