Flor Silvestre, la legendaria cantante y actriz mexicana, dejó una huella imborrable en el cine y la música mexicana durante más de siete décadas. Con su voz inconfundible y su encantadora presencia, fue una figura clave en la época dorada del cine mexicano, ganándose títulos como “La Sentimental” y “La Reina de la Canción Mexicana”. Sin embargo, detrás de su éxito y glamur, la vida de Flor estuvo marcada por desafíos personales. Hoy, su hija revela detalles íntimos sobre los últimos momentos de la cantante, incluyendo un consejo conmovedor que Flor le dio a su nieta, Ángela Aguilar, antes de su fallecimiento.

Nacida como Guillermina Jiménez Chaboya el 16 de agosto de 1930 en Salamanca, Guanajuato, Flor Silvestre creció en una familia con fuertes lazos con la música. Su madre, María de Jesús Chaboya Peña, era una apasionada cantante, lo que inspiró a Flor y a sus hermanos a seguir el camino artístico. Desde muy joven, Flor mostró su inclinación por el canto, participando en festivales locales y representaciones escolares. A los 13 años, su carrera dio un giro importante cuando, gracias a su determinación y talento, se presentó en el teatro del pueblo en la Ciudad de México. Aunque al principio enfrentó varios rechazos, finalmente un reconocido director de mariachi, Carlos López Santillán, la escuchó y le dio la oportunidad de cantar con su grupo.

Tras varias dificultades iniciales para encontrar un nombre artístico, Flor adoptó finalmente “Flor Silvestre”, inspirada por una película de Dolores del Río. Este nombre se convirtió en sinónimo de éxito, y Flor comenzó a destacarse al ganar un concurso de radio, lo que la catapultó a la fama. A lo largo de su carrera, la cantante firmó contratos importantes y realizó una exitosa gira por América Latina, presentándose en países como Argentina y Perú. En México, su carrera despegó aún más cuando consiguió un contrato con Columbia Records y comenzó a grabar varias canciones.

A pesar de su éxito profesional, la vida personal de Flor Silvestre estuvo marcada por altibajos. Se casó tres veces, y su vida amorosa fue un torbellino de emociones y desafíos. Su primer matrimonio fue con Andrés Nieto, con quien tuvo a su hija Dalia. Sin embargo, la relación no prosperó debido a problemas personales, y se separaron después de cinco años. A pesar de la separación, Flor mantuvo su enfoque en su carrera y se alejó del ojo público. Más tarde, encontró el amor nuevamente en Paco Malgesto, un pionero de la televisión mexicana, pero esta relación también sufrió debido a infidelidades, lo que llevó a otro matrimonio fallido.

Finalmente, a fines de la década de 1950, Flor Silvestre encontró la estabilidad que había estado buscando en su vida con Antonio Aguilar, el amor de su vida. Juntos formaron una de las parejas más icónicas del entretenimiento mexicano. No solo compartieron su vida personal, sino también su carrera profesional, trabajando juntos en numerosas películas y consolidando una de las dinastías más importantes en la historia del cine y la música mexicana. Su matrimonio, que duró casi 50 años, fue un pilar de amor y respeto mutuo. Tras la muerte de Antonio Aguilar en 2007, Flor Silvestre enfrentó varios problemas de salud, pero siempre mantuvo una actitud fuerte y digna.

La hija de Flor, Marcela Rubiales, ha defendido el legado de su madre, especialmente cuando surgieron rumores sobre la fidelidad de Flor durante su matrimonio. Marcela aclaró que las acusaciones eran infundadas y que, a pesar de los desafíos que Flor enfrentó, siempre fue una madre y abuela ejemplar. Cuando Flor falleció a los 90 años, su familia se sintió devastada, pero encontraron consuelo en saber que ella estaba reunida con su esposo, Antonio Aguilar, en el más allá.

El último consejo de Flor Silvestre a su nieta Ángela Aguilar, antes de su fallecimiento en 2020, fue profundamente emotivo. En un video viral, se puede ver a Ángela, quien en ese momento tenía 18 años, interpretando “Reina Flor”, una canción que Flor siempre había escuchado. Flor, desde su sillón, le aconsejó que siempre transmitiera la verdadera emoción a través de su música y le pidió a Dios que la protegiera. Conmovida, Ángela prometió honrar ese consejo, reconociendo que necesitaría estar profundamente enamorada para lograrlo. La muerte de Flor Silvestre dejó una marca profunda en el mundo del espectáculo mexicano, pero su legado y el consejo que le dio a su nieta perduran.

Gracias por acompañarnos en este recorrido por la vida de Flor Silvestre, una de las artistas más queridas y respetadas de México. Si te ha gustado este video y deseas conocer más sobre tus celebridades favoritas, no olvides suscribirte y dar like. Tu apoyo nos permite seguir trayéndote lo mejor de la vida de los grandes del entretenimiento. ¡Hasta la próxima!