¡Tremendo! Revelaron la terrible situación que vivió Elba Marcovecchio en el velatorio de Jorge Lanata: “No paraban de…”

La despedida de Jorge Lanata, un ícono del periodismo argentino, estuvo marcada por momentos emotivos, tensos y hasta escandalosos. Ángel de Brito, conocido por su precisión al manejar información del espectáculo, dio detalles exclusivos sobre lo ocurrido durante el velatorio del periodista. Lo hizo tanto en su programa de streaming Ángel Responde como en LAM, donde no se guardó nada y confirmó que “fue complicado y convulsionado porque estaba dividida la sala”.

Un velatorio íntimo y con tensiones familiares

El velatorio estuvo organizado en dos etapas: una íntima y otra abierta al público que quiso despedir al conductor. Sin embargo, durante la parte privada se vivieron momentos incómodos. “En uno de esos sectores estaban las hijas Lola y Bárbara con sus madres, y del otro lado estaba Elba con sus dos hijos que no paraban de llorar”, detalló De Brito. Además, explicó que acordaron realizarlo a cajón cerrado debido al estado físico de Lanata tras su larga internación.
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El clima no fue del todo tranquilo. “Había una amiga de una de las madres de las chicas que no paraba de tirarles dardos a Elba fuerte como para que se escuche”, señaló el conductor, subrayando que los pocos presentes notaron las tensiones entre los familiares.

El papelón que desató el escándalo

El punto más álgido del velatorio ocurrió con Facundo, el chofer de Lanata, quien generó un momento insólito y polémico. “Pedía que abran el cajón porque él quería constatar que el cuerpo estuviera ahí. O sea, se desubicó, un papelón”, aseguró Ángel, quien también aclaró que la familia rechazó de plano su solicitud y explicó que ya habían constatado todo en el Hospital Italiano.

Pese a este incidente, hubo instantes de unión entre los presentes. “Un momento emotivo fue cuando se acercaron Elba, Bárbara y Lola, las hijas y Elba, a saludarse y se dieron el pésame”, relató el periodista. Sin embargo, no todos los presentes participaron de estos gestos conciliadores. “Andrea Rodríguez, que tiene pésima relación con Elba, nunca la saludó, y lo mismo pasó con Margarita, la secretaria de toda la vida de Jorge”, agregó.
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De Brito cerró su relato destacando que, pese a las diferencias, el velatorio mayormente transcurrió en paz. Sin embargo, no pudo evitar señalar que los conflictos familiares son inevitables en momentos tan delicados: “Siempre hay quilombo”, concluyó.

 

Jorge Lanata dejó una huella imborrable en el periodismo argentino, y su despedida reflejó tanto el amor de su familia como las complejidades de los vínculos humanos.