La relación entre Marilyn Monroe y Joe DiMaggio comenzó como algo sacado de una película de Hollywood. En enero de 1952, un empresario organizó su primer encuentro en un elegante restaurante de Hollywood.
Desde ese primer momento, la chispa entre ellos fue innegable. Marilyn quedó impresionada por la imponente presencia del legendario beisbolista, mientras que Joe, ya cautivado por la belleza de Marilyn desde que la había visto en la pantalla grande, no podía quitarle los ojos de encima.
Bajo los Reflectores y Fuera de Ellos
Al comenzar a salir, Marilyn vivió una experiencia que nunca había tenido antes: ser opacada por otra persona. Joe, quien había dejado su huella imborrable en los New York Yankees y se había retirado como una auténtica leyenda del béisbol, era el centro de atención en cualquier lugar al que iban, algo que sorprendió a Marilyn, acostumbrada a ser siempre el foco de todas las miradas.
Con una carrera repleta de éxitos, como tres premios MVP y nueve campeonatos de la Serie Mundial, DiMaggio no solo era un atleta destacado, sino también un ícono cultural. Pero su relación no se basaba solo en la atracción física.
Marilyn relata en sus memorias (aunque redactadas por Ben Hecht): “Todos señalan las diferencias entre nosotros, pero en realidad en el fondo somos muy parecidos. La grandeza deportiva de él, mi fama. No somos eso. Esas son cosas externas”.
Matrimonio Bajo la Lupa
Durante esos años, la pareja se dividió entre Los Ángeles y Nueva York, sus respectivas ciudades de residencia. Sabían que el matrimonio no sería fácil, pero no se imaginaban de otra forma que no fuera juntos.
Ambos habían pasado por divorcios anteriores, lo que significaba que no podrían tener una ceremonia religiosa. DiMaggio, proveniente de una familia italiana y católica, incluso fue amenazado con la excomunión por un sacerdote si se volvía a casar. Sin embargo, eso no lo detuvo. Marilyn era, para él, lo más cercano al paraíso.
Años más tarde, Jode dijo que: “El s3xo era épico. En la cama era como una pelea de dioses. Truenos y rayos se instalaban sobre nuestras cabezas”, confesó DiMaggio alguna vez a su médico personal, Rock Positano, según lo escrito en su libro Dinner With DiMaggio.
Se casaron el 14 de enero de 1954 en San Francisco, la ciudad donde Joe había nacido. La ceremonia civil fue en el City Hall, y pretendía ser algo discreto, con solo un par de amigos presentes.
Pero la noticia se filtró y, al salir del registro civil, cientos de personas los esperaban. Para compensar la falta de una ceremonia religiosa, la pareja se tomó fotos en las escaleras de la iglesia de Saint Peter and Saint Paul, donde ambos lucían radiantes.
La escena que marcó el comienzo del fin
El matrimonio duró apenas nueve meses. Acompañada por su abogado, el 6 de octubre de 1954, Marilyn anunció su separación en una conferencia de prensa. Llevaba un elegante vestido negro y un dolor evidente. Rompió en llanto mientras explicaba que la causa de la separación era “crueldad mental” (lo que hoy llamaríamos maltrato psicológico).
Marilyn junto a su abogado cuando anunció su separación de Joe DiMaggio
La escena que provocó el estallido de celos de Joe DiMaggio
Billy Wilder sabía que este momento sería inolvidable y convocó a la prensa para asegurar la atención. Las calles se llenaron de gente, y aunque era tarde, la multitud se agolpó en la esquina de Lexington y la 42 para ver a Marilyn en el set. Cuando se filmó la primera toma, parecía que el suelo de Nueva York temblaba. Los hombres gritaban piropos y aullidos, encantados con la escena.
El periodista Walter Winchell, mencionado en la canción de Billy Joel junto a DiMaggio, corrió al hotel donde se hospedaba Joe para que viera el espectáculo. Pero Joe no compartió el entusiasmo de Winchell. Los celos lo consumieron al ver lo que él interpretaba como un striptease público de su esposa en pleno Manhattan.
Aguantó como pudo el resto de las tomas, pero cuando terminó el rodaje, se fue con Marilyn al Hotel St. Regis. Esa noche, tuvieron la pelea definitiva. A la mañana siguiente, una vez más, Marilyn tenía los ojos amoratados. Fue entonces cuando ella decidió que el matrimonio había terminado.
Una relación demasiado intensa
Las peleas entre Marilyn y Joe eran tan intensas como sus encuentros amorosos. El hijo de Joe le contó a David Heynman, autor de Joe and Marilyn, que una noche los escuchó discutir acaloradamente. Gritos, insultos, portazos, estruendos.
En un momento, vio a Marilyn salir corriendo de la casa y a su padre persiguiéndola, intentando que volviera. A la mañana siguiente, durante el desayuno, el chico notó que Marilyn tenía un ojo amoratado.
Al ver la conferencia de prensa donde Marilyn anunciaba su ruptura y lloraba, Joe le escribió una carta: “Te amo y quiero estar contigo. No hay nada que quiera más que reconstruir la confianza que me tenías. Mi corazón se rompió más todavía cuando te vi llorar frente a toda esa gente”.
Caminos separados
Después de la separación, DiMaggio salió con dos Miss America consecutivas y con varias actrices más, mientras que Marilyn se casó con el dramaturgo Arthur Miller, en otro matrimonio que tampoco duró.
Cuando su tercer matrimonio terminó, Marilyn sufrió un colapso nervioso y fue internada en una institución psiquiátrica. Alguien le contó a DiMaggio que la habían “enjaulado”, y él fue a rescatarla, llevándola a Miami, donde los Yankees hacían la pretemporada, y la cuidó hasta que se recuperó.
Por un tiempo, pareció que podrían volver a estar juntos, pero eso nunca sucedió. Marilyn estaba cada vez más frágil, su comportamiento errático, sus vínculos con los Kennedy, los incumplimientos de contratos, y su desesperada búsqueda de paz la alejaron cada vez más.
En esos días, ella dijo: “Hollywood es un lugar donde te pagan 1.000 dólares por un beso y 50 centavos por tu alma. Lo sé porque rechacé la primera oferta bastante a menudo y cobré siempre los 50 centavos”.
Joe DiMaggio luego de la muerte de Marilyn
El 4 de agosto de 1962, Marilyn Monroe fue encontrada muerta en su habitación. ¿Muerte accidental? ¿Suicidio? ¿Asesinato? Desde entonces, todas estas teorías han circulado.
Cuando le dieron la noticia, Joe quedó paralizado, inmóvil por unos segundos mientras un rugido desgarrador crecía dentro de él, un sonido gutural, como el de un animal herido. Luego, se dobló sobre sí mismo, se tapó la cara con las manos y lloró largo rato.
Joe DiMaggio exigió que le entregaran el cuerpo de Marilyn. Él mismo organizó el funeral y no permitió que ninguna celebridad asistiera, vetando a casi todo Hollywood.
El representante de Marilyn se quejó, pero Joe respondió: “Si no fuera por toda esa gente de Hollywood que no la dejó salir de ese circo, todavía estaría viva”. Tampoco permitió que nadie de la familia Kennedy se acercara. Durante años, culpó a Sinatra (y a Peter Lawford) por haber acercado a Marilyn a los Kennedy. “Siempre supe quién la mató, pero no quise que estallara una revolución en este país”, dijo DiMaggio a principios de los noventa.
Joe DiMaggio en sus 70 años
Durante veinte años, Joe se encargó de que la tumba de Marilyn tuviera un ramo de media docena de rosas tres veces por semana. Estaba cumpliendo un deseo que Marilyn le había expresado en vida: quería que alguien hiciera por ella lo que William Powell había hecho por Jean Harlow, su esposa fallecida, siempre tener flores frescas en su tumba.
La tumba de Marilyn Monroe
A partir de la muerte de Marilyn, Joe convivió con una profunda soledad. Había amado y perdido a una mujer que nunca volvería a encontrar. Solo le quedaba el dolor, un dolor tan fuerte que parecía físico.
En 2020 se subastó una carta que DiMaggio llevaba en su billetera al momento de su muerte. Un coleccionista pagó 400.000 dólares por ella. Estaba algo desgastada y el papel había tomado un tono sepia.
Era una carta de Marilyn a Joe, escrita durante su relación. Era una disculpa después de una pelea: “Querido Joe, ¡sé que no tenía razón! Actué de esa forma y dije esas cosas porque estaba dolida -no porque de verdad lo sintiera-, y fue estúpido por mi parte estar dolida porque en realidad no había razón para ello. Por favor, acepta mi disculpa y por favor, no, no, no, no estés…enfadado con tu nena, que te quiere mucho. Con mucho amor, tu esposa (de por vida), Mrs. DiMaggio”.
Joe DiMaggio murió el 8 de marzo de 1999. Tenía 84 años y nunca se volvió a casar. Dicen que sus últimas palabras fueron: “Al fin voy a poder ver de nuevo a Marilyn”.
News
«Si denuncias, te devolvemos el dinero»: las prácticas del acoso policial
La noticia la publicaba ABC. La Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía Nacional detuvo a un jefe de Grupo de la Brigada de Extranjería y Fronteras. Responde a las iniciales F.H. Está acusado de agredir a una mujer, «víctima…
Tres historias de mujeres, desde el burdel
Los becarios de Nacho Cano han denunciado que la policía les presionó: si querían evitar la deportación tenían que denunciar al empresario. ¿Habían escuchado algo similar? ¿Les suena de algo esta denuncia? Cualquiera que haya pasado un tiempo escuchando las…
‘Viviendo en el burdel’, una investigación de Carmen Meneses
Viviendo en el burdel. Diario de una investigadora. Carmen Meneses Falcón. Editorial Comares. 22,80€ En la pasada legislatura se planteó la abolición de la prostitución y el castigo a los clientes. Psoe y Pp se pusieron de acuerdo en cerrar los locales…
Lɑ eυtɑnɑsıɑ, el ɑԀıós, el ρeɾԀón
Cɑmɑɾeɾо, tɾáıgɑme υnɑ cоρɑ Ԁe cоñɑc, escυcҺé Ԁetɾás Ԁe mí, Ԁe ınmeԀıɑtо mı cоnоcıԀɑ se sentó ɑ mı mesɑ. — ¿Cυál es el mоtıvо ρɑɾɑ ɾelɑjɑɾse? — ρɾegυnté. — AcɑЬо Ԁe venıɾ Ԁel Һоsρıtɑl, Ԁescоnecté ɑ mı Һeɾmɑnɑ Ԁel ɑρɑɾɑtо….
CоnfıԀencıɑs Ԁe υnɑ ρɾоstıtυtɑ: en el Jɑρón Ԁe lɑs cоɾtesɑnɑs
Tɾágıcɑs, ɑ veces cɾυeles о cómıcɑs, cɑԀɑ Һıstоɾıɑ Ԁe CоnfıԀencıɑs Ԁe υnɑ ρɾоstıtυtɑ оfɾece υn ɾetɾɑtо íntımо Ԁe Ԁıez ρɾоstıtυtɑs en lɑs qυe se mezclɑn lɑ mıseɾıɑ y lɑ gɾɑnԀezɑ. Cоn ρɾоfυnԀıԀɑԀ y mоԀestıɑ, Tɑkɑо Sɑıtô, υnо Ԁe lоs gɾɑnԀes Ԁel mɑngɑ jɑρоnés,…
Una violencia contra la mujer, legitimada por el estigma
En agosto de 2018, una trabajadora sexual trans, Vanesa Campos, fue asesinada en el Bois de Boulogne, uno de los parques en los que trabajan las prostitutas en Francia después de la promulgación de la ley de 2016 que persigue a los clientes…
End of content
No more pages to load