El artista colombiano debuta como cantante con un álbum lleno de anécdotas y experiencias

Aveces, al escuchar una canción o un álbum completo, muchos se identifican con las letras por una vivencia actual o una experiencia del pasado; otros más disfrutan de la melodía o de la trama en el videoclip que acompaña al tema en YouTube. Sin embargo, hay quienes se ponen a pensar más allá de lo que escuchan al poner play, imaginando qué habrá llevado al artista a componer esa canción, con ese tema en particular o cómo habrá sido el proceso de creación del álbum completo. Es esa historia la que pocos artistas cuentan, y de la que Augusto Tamayo se siente contento y orgulloso al lanzar Perfectamente Imperfecto, su primera producción musical con él en la voz. Y es que el originario de Colombia tiene una trayectoria de más de dos décadas en el behind the scenes que en su fase como instrumentista, arreglista, y ejecutivo, ha participado en importantes proyectos de artistas como Carlos Vives, Andrés Cepeda y Fito Páez.

En entrevista con HOLA! Américas, el compositor, cantante y pianista nos habla de la magia detrás de su álbum Perfectamente Imperfecto, de cómo surgió la idea de ponerse frente al micrófono y la belleza que se encuentra en una grabación de hace más de una década, en la que captura una esencia pura y llena de sinceridad irrepetible.

Un proceso creativo que lo hace sentir orgulloso con el resultado, el cual se refleja en 11 canciones que nos llevan por un viaje ecléctico a través de diferentes géneros, sonidos y formatos resumidos en una ambiciosa propuesta alternativa en español. El material, grabado en Bogotá, Zürich, Nueva York, São Paulo, Praga, Buenos Aires y otras ciudades del mundo, está repleto de anécdotas y momentos especiales que Tamayo comparte con nosotros.

Tienes en manos tu primera producción musical con una sólida carrera de 20 años detrás.

“Es muy importante entender que, a pesar de ser mi primera producción como artista principal, pues llevo una carrera como de 20 años trabajando tras bambalinas; es decir, teniendo, pues, un bagaje como músico, como intérprete, como pianista, sobre todo como productor, como arreglista, como compositor, también como ingeniero de sonido, hasta como empresario manager.

De hecho ya había arrasado con todas las áreas de la música y me faltaba, yo diría la más importante de todas, que era ser artista principal, ya defender el proyecto propio después de haber trabajado, por fortuna, con muchísimos músicos impresionantes de América. De ahí esa decisión de sacar este álbum que ya está disponible para todo el mundo”.

¿Cómo nace la idea de estar enfrente de las cámaras y detrás del micrófono?

“Uno empieza en la música siempre como en el proyecto que tienes, y bueno, ya llega también un punto de comodidad donde estás en una posición muy chévere, maravillosa, de estar trabajando en diversos proyectos. Pero dar ese paso de decir: ‘Bueno, voy a poner la cara, estaba muy cómodo aquí tras bambalinas. Voy a empezar a sacar un proyecto donde todas las decisiones giren en torno a música propia’.

Eso yo creería que es un riesgo cuando uno está en una posición, a veces cómoda desde el otro lado, pero también es una maravilla. O sea, poder presentar tu proyecto, tus canciones exactamente como tú las estás escuchando en tu cabeza, llevarlas a la realidad y bueno, salir a defender, mostrar y contar toda la historia de este álbum ha sido realmente muy bonito”.

© Marcos Hermes

Lo cuentas con tanta emoción y alegría. ¿El resultado ha sido como lo pensabas o fue aún mejor?

“Bueno, me encantaría decir que esto fue rapidito, que hicimos el disco y que todo me encantó rápido, pero debo decir que fueron 16 años grabándolo. Es decir, son canciones que escribí en un transcurso de 20 años, pero incluso lo primero que grabamos, de ‘Perfectamente Imperfecto’, tiene 16 años; es decir, ha sido una ruta de una cantidad de cosas que le hemos metido, de músicos de todas partes del mundo.

Cuando tomamos realmente la decisión de sacar algo, fue hace tres años. Nos dimos cuenta de que no podía ser un disco homogéneo, que no podía ser un disco con un solo sonido, sino que íbamos a contar una historia de 20 años de composiciones. Por lo tanto, no podíamos hacerla con un solo grupo de músicos, sino con gente de todas partes del mundo. Cada canción es un universo completamente diferente. Fue grabado por músicos completamente diferentes en lugares completamente diferentes del mundo.

Entonces tengo, por ejemplo, una canción que se llama ‘El Amor Es Un Veneno’ que grabamos en Praga con la Orquesta Sinfónica Nacional de República Checa, solamente piano, voz y una orquesta. Otra canción la hicimos en Bogotá con toda la provincia de Carlos Vives, 14 músicos, percusiones, gaitas, batería, guitarras, teclados, ¡de todo! Otra canción es por ejemplo en Buenos Aires con el baterista de Charly García, con el bagista de Fito Páez, con ese sonido ochentero, el rock en español, es decir, hay un universo, cada canción con una selección muy minuciosa de los músicos que participan. Lugares muy legendarios donde fuimos a grabar para poder capturar también esencia de países de ciudades y de estudios de grabación.

Hay una ruta ahí capturada, maravillosa, no solamente de músicos de ciudades, de estudios, de grabación. Entonces fue realmente muy bonito y fue todo un proceso. Fue largo, fue difícil. Y cuando me haces la pregunta de cómo quedó, ¡claramente mucho mejor, muchísimo mejor! Haber compartido con músicos increíbles que te dan un input diferente, que le dan la vuelta a veces a las canciones. Fue realmente maravilloso y estamos muy contentos con el resultado”.

¿Tuviste que cambiar alguna letra o alguna nota porque ya no te vibraba igual?

“Infinitamente, claro que me pasó. Además, siempre hay que ser muy autocrítico, incluso me pasó con la con las canciones que ya había grabado totalmente. Y dije, no, no sirve nada, vamos de ceros. Yo quiero mantener la canción, pero a veces necesité ayuda de amigos diferentes para preguntarles: ‘¿Oiga, usted cómo le daría la vuelta a esa canción? Porque yo necesito dar este mensaje’. Creo que el proceso creativo uno puede ser terco, tiene que ser terco en lo que quieres, eso sí, segurísimo.

Hay veces que los sonidos cambian, de pronto esa sonoridad no era la que querías y entonces toca darle completa la vuelta, pero por ejemplo, me pasó con una canción que yo la voz la había grabado con una guía hace 12 años en mi casa, con un micrófono con los carros pasando ahí al frente de mi ventana, pero yo había escuchado esa canción durante 12 años con esa voz mía, con todo el ruido, con lo que fuera. Pero la tenía muy clavada y el momento era muy personal, y cuando fuimos a grabar a un estudio increíble donde grababa Prince, con los mejores micrófonos, yo lo que estaba intentando era emular.

Entonces finalmente decidimos con los ingenieros: ‘Saben qué, dejemos la voz grabada en Bogotá hace 12 años, con sus ruidos y con sus imperfecciones, porque esa esencia nunca se va a repetir’. Entonces pueden pasar las dos cosas: O que todo lo botas y lo vuelves a ser de ceros, o que una cosa quedó grabada con mucho sentimiento que dices: ‘Esto no se va a repetir’; y así tengas los mejores equipos en el mejor estudio de grabación del mundo; prefiero que la gente escuche la de la esencia pura que grabé hace 12 años con el ruido de los carros pasando en Bogotá, entonces eso es la maravilla del arte, que pueden suceder las dos cosas”.

¿Cómo te sientes de tener el resultado en tus manos, de compartirlo con el mundo entero?

“Básicamente lo que estamos haciendo en este momento es contar la historia. Yo creo que este es un álbum que no solamente es para escucharlo, sino para escuchar la historia. Es decir, la música está increíble. Soy muy feliz con el resultado, pero yo creo que muchísima gente puede darle un valor extra si entiende todo lo que hubo alrededor de ella.

Muchas veces nos olvidamos del proceso y uno solamente escucha la parte final, y yo creería que hay muchas cosas donde la historia y el contexto le dan un valor increíble y el arte es así. O sea, tú ves un cuadro de contemporáneo que mucha gente admira, pero eso es solamente un cuadro azul. No, hay que entender de dónde viene a veces una elección de una cosa muy simple y por qué está colgado en cierta parte del mundo.

Literalmente estamos en eso. En este momento estamos contando la historia para que el mundo sepa que existe un álbum que fue grabado en unas condiciones muy locas, con una cantidad de músicos maravillosos alrededor del mundo y que quiere contar una historia de canciones de amor o de lo que sea. Pero que tuvo un proceso muy hermoso y que vale la pena compartir”.

© Marcos Hermes

¿Qué hay detrás de las historias que escuchamos? ¿Qué te inspiró?

“Mira, es muy, muy buena la pregunta porque bueno, yo he trabajado tantísimo en esta industria también que hay muchas canciones que son prediseñadas, ¿no? Entonces como que yo he hecho lo mismo, he participado de sesiones, de composición. Reunimos a cuatro personas, hacemos una canción de amor o lo que sea.

Este disco es muy particular porque las canciones fueron todas reales y honestas, es decir, se las escribía a una novia, un amor a un desamor. Hay canciones que escribía de mi ciudad, Bogotá, por ejemplo. Hay una canción que le escribí a la Selección de Colombia, pero así toda poética, no tan rumbera como las que normalmente escuchamos para fútbol. Son canciones completamente honestas donde la inspiración normalmente son amor, desamor. Y bueno, realmente nacían del alma. Tienen, literalmente, nombre y apellido. O sea, la inspiración fue completamente honesta y artística y hace 16 años no estaba en mis planes que estuviera grabada con esta gente maravillosa que finalmente participó”.

Después de este disco, ¿qué otros planes tienes en mente?

“Hay un dicho maravilloso que dice que no tiene toda la vida para hacer su primer disco y un. Para hacer el seguro. Generalmente, y esto ya salió, ya está a merced de todo el mundo, está a disposición sencillo, en todas las plataformas lo pueden encontrar, es ‘Perfectamente Imperfecto’.

También estoy pensando en adelante: ‘¿Ahora cómo hacemos un disco?’. Todo lo contrario con esta locura de viajar por todo el mundo, sino con un solo sonido. Con las mismas personas tocando, cómo sonaría también mi música pensando en 2024 en adelante. Estamos en ese trabajo de componer nueva música y de plantear cómo va a ser la manera en la que lo vamos a tocar en vivo, que ese es el proyecto para el año 2025, también primordial”.