La madre de Lilibet está furiosa: Su hija no recibirá ninguna herencia real porque fue bautizada en Estados Unidos en lugar de en el Reino Unido

El evento del bautizo de Lilibet Diana, la hija menor de Harry y Meghan, se ha convertido en el centro de atención, ya que diversas fuentes revelan que la niña no será elegible para recibir una herencia real debido a las estrictas regulaciones de la familia. La razón principal es que Lilibet fue bautizada en California, Estados Unidos, en lugar de en el Reino Unido, donde esta tradición suele llevarse a cabo para los miembros de la familia real.

Regulaciones estrictas sobre la herencia real

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De acuerdo con las normas de la familia real británica, los miembros más jóvenes solo son elegibles para recibir herencias si son bautizados en una de las iglesias de la Comunión Anglicana. Esto significa que cualquier niño que sea bautizado en el extranjero, o en una institución que no pertenezca a la tradición real, no podrá disfrutar de los beneficios de la herencia que sus padres podrían transmitir.

Esta información ha provocado reacciones encontradas en el público, especialmente entre los partidarios de Harry y Meghan. Muchos sienten que esta regulación es obsoleta y discriminatoria, considerando que el mundo ha cambiado y que la familia real debería adaptarse a las nuevas realidades de la sociedad contemporánea.

La ira de Meghan

Meghan Markle, madre de Lilibet, ha expresado su descontento ante esta situación, argumentando que el bienestar de su hija debería ser lo más importante, sin importar el lugar donde haya sido bautizada. En su opinión, el enfoque de la familia real en la tradición por encima de la familia es una perspectiva errónea que no refleja los valores modernos de inclusión y amor.

 

Además, Meghan ha destacado que este tipo de regulaciones pueden afectar la autoestima de Lilibet en el futuro, dándole la impresión de que su valor y su lugar dentro de la familia real están condicionados a decisiones que están fuera de su control.

 

Reacciones del público y los expertos

Los expertos en la realeza han comentado que esta situación pone de manifiesto la creciente desconexión entre la familia real y el público. A medida que la sociedad avanza hacia la aceptación de diversas culturas y tradiciones, las normas rígidas de la realeza británica parecen estar ancladas en el pasado.

El público también ha expresado su apoyo a Harry y Meghan en las redes sociales, argumentando que todos los niños, independientemente de su origen, deberían ser tratados con equidad y tener acceso a las mismas oportunidades. Muchos usuarios han cuestionado la validez de estas normas arcaicas que impiden que un niño reciba la herencia de su familia simplemente por haber sido bautizado en otro lugar.

Un futuro incierto para Lilibet

Con la continua controversia en torno a Lilibet, es incierto cómo la familia real manejará esta situación en el futuro. A medida que Harry y Meghan continúan luchando por la privacidad y el bienestar de sus hijos, es evidente que tendrán que navegar por un camino lleno de desafíos y críticas.

La decisión de bautizar a Lilibet en los Estados Unidos refleja el deseo de la pareja de forjar su propio camino, lejos de las estrictas normas de la familia real. Sin embargo, las repercusiones de esta decisión podrían tener un impacto duradero en la vida de Lilibet y su lugar dentro de la familia real británica.