Mi esposo acaba de fallecer y cada noche siento que un hombre extraño sube a mi cama. Me quedé helada al ver claramente su rostro.

Nửa đêm thấy người đàn ông lạ trên giường tôi hét lên - 2sao

Mi esposo falleció a los 38 años, después de perder la batalla contra el cáncer. Su partida ocurrió en enero de 2023, y aunque ya ha pasado más de un año, para mí todo sigue tan fresco como si hubiese sido ayer.

Juntos tuvimos una hija, quien ahora cursa el sexto grado. Con el apoyo de ambas familias, mi hija y yo hemos logrado superar parcialmente la pérdida y continuar con nuestras vidas.

Mi esposo era el menor de su familia y muy querido por todos. Esto me permitió recibir mucha atención y apoyo de parte de mis suegros y cuñados. Sin embargo, una de mis cuñadas, en particular, siempre parecía interesada en detalles muy privados, como cuánto dinero dejó mi esposo o si teníamos deudas, lo cual me incomodaba mucho.

Siempre respondía con cautela y de manera general para evitar problemas, diciendo que la mayor parte de los ahorros de mi esposo se habían usado para su tratamiento, y que lo poco que quedaba era para asegurar el futuro de nuestra hija. Aunque en realidad, los ahorros eran suficientes para vivir cómodamente, preferí mantener esto en privado.

En los últimos meses, mi cuñada comenzó a insistir en que debía rehacer mi vida. Aunque sé que soy joven y que eventualmente podría considerar casarme de nuevo, aún no siento que sea el momento. Sin embargo, su insistencia fue en aumento, incluso organizando encuentros con un hombre llamado K, supuestamente para que nos conociéramos.

Una noche, mientras dormía, escuché ruidos en la puerta. Pensé que era un ladrón, pero al poco tiempo, un hombre entró a mi habitación. Mi corazón latía con fuerza y, aunque intenté mantener la calma, el miedo me paralizó.

Para mi sorpresa, no era un desconocido: era K, el hombre que mi cuñada había intentado presentarme. Resulta que alguien le había dado una copia de la llave de mi casa, probablemente mi cuñada o mi cuñado. Aunque inicialmente me sentí aliviada al saber que no era un ladrón, la situación tomó un giro inesperado y aquella noche, en un momento de debilidad, pasaron cosas entre nosotros que nunca imaginé.

Desde entonces, me siento avergonzada y preocupada. No quiero seguir viendo a K ni avanzar en una relación con él. Espero que cambiar las cerraduras sea suficiente para mantenerlo alejado, y que mi cuñada deje de presionarme sobre este tema. Solo quiero tranquilidad para mi hija y para mí.