El Tío “Tacaño” Que No Me Dio Regalos de Cumpleaños Durante 22 Años: El Día de Mi Graduación Recibí una Lección Que Nunca Olvidaré

 

 

La Historia

Durante mi infancia, no entendía por qué mi tío no me daba regalos de cumpleaños. Ni siquiera tenía un detalle para mí en las fiestas de fin de año.

Pensaba que mi tío había olvidado mi cumpleaños, aunque él siempre me aseguraba que no lo había hecho. Esta conversación se repetía año tras año cuando era pequeña. En cada reunión familiar, mi tío me apartaba y me explicaba que no traía regalos porque los había enviado a un lugar “secreto”.

Para mí, la idea de un regalo invisible era difícil de entender, no podía imaginar dónde podrían estar esos regalos. Cada vez que nos encontrábamos, mi tío también solía hablarme sobre conceptos relacionados con el dinero y el ahorro. Estas conversaciones se volvieron algo familiar con los años.

 

El Tío “Tacaño” y Su Manera de Enseñar

La mayor parte de mi infancia, el dinero estuvo relacionado con comprar cosas que me gustaban. Cada vez que recibía dinero en cumpleaños o fiestas, lo primero que pensaba era en cómo gastarlo. A veces compraba helados, otras veces esmalte para uñas. Un mes antes de Navidad, solía pasar horas mirando el catálogo de “Juguetron”, marcando con lápiz de colores los juguetes que quería y esperando tener suficiente dinero para comprarlos.

Y así pasaron los años de escuela.

Cuando me gradué de la universidad, a los 22 años, mi tío me dio un regalo muy especial: más de 120,000 pesos. Era el dinero que él había ahorrado en silencio durante todos esos años. Desde que nací, en cada cumpleaños o fiesta, él separaba una cantidad y la depositaba en una cuenta de ahorros. En lugar de gastar en los regalos que me habrían hecho feliz por un momento y luego olvidado, mi tío planeó ayudarme a ser independiente financieramente.

Él decidió que, cuando creciera, me entregaría ese dinero. De hecho, mi tío me dio una lección invaluable sobre la perseverancia en el ahorro y el poder del interés compuesto.

 

La Lección de Ahorro para Toda la Vida

Al entregarme el dinero, mi tío me aconsejó depositarlo todo en una cuenta bancaria y que ahora era mi responsabilidad hacer que siguiera generando ganancias. Me animó a seguir ahorrando para que pudiera usarlo en el futuro y tener una vida mejor.

Ver el dinero real y la historia de las transacciones, entendí cómo mi tío había logrado esto. Él había hecho depósitos regulares de cantidades pequeñas, entre 500 y 2,000 pesos, en la cuenta de ahorros. Este fue un ejemplo tangible de cómo la paciencia y la constancia con el dinero pueden traer resultados positivos.

Desde que recibí ese regalo, seguí el consejo de mi tío. En lugar de gastar, continué aumentando el dinero. Cada mes, aparto una pequeña parte de mi salario para ahorrar. Además de esta cuenta, también tengo otro fondo llamado “fondo de retiro”.

Un Futuro Asegurado

A lo largo de más de 10 años, he aumentado mis ahorros en miles de pesos. Aunque aún no tengo la casa de mis sueños, ya sé que para tenerla necesito ahorrar mucho más para muebles y electrodomésticos, por lo que sigo ahorrando.

Sin embargo, ahora entiendo cómo esos pequeños ahorros pueden tener un gran impacto con el tiempo, y estoy convencida de que con una planificación adecuada, algún día alcanzaré mi sueño.