Marjorie de Sousa y Julián Gil han pasado más de siete años separados tras una disputa legal por la custodia y manutención de su hijo, Matías Gregorio.

A pesar de que Julián continúa cumpliendo con las obligaciones financieras hacia su hijo.

La relación entre ambos se ha mantenido distante y sin contacto directo, debido a diferencias irreconciliables que llevaron a Marjorie a obtener la patria potestad del niño.

Aunque Julián muestra un interés constante en la vida y logros de Matías, expresando públicamente su deseo de reunirse con él.

Marjorie ha adoptado una postura reservada y no ha mostrado disposición a facilitar un acercamiento entre padre e hijo en el corto plazo.

Recientemente, Marjorie se ha centrado en su carrera y en el bienestar de Matías, evitando comentar sobre rumores y escándalos pasados.

Incluyendo aquellos que la vincularon sentimentalmente con otros famosos como Gabriel Soto. Prefiere mantener un perfil bajo en cuanto a su vida personal y manejar cualquier controversia con serenidad.

La actriz venezolana ha subrayado que el paso del tiempo ha revelado la verdad sobre ciertos episodios de su vida, aunque reconoce que enfrentar estos momentos difíciles no fue fácil.

Actualmente, se encuentra en paz consigo misma y busca concentrarse en su crecimiento personal y profesional.

En lo que respecta a la relación con Julián Gil, Marjorie ha reiterado que no tiene intenciones de modificar su postura actual respecto a permitir un acercamiento entre él y Matías.

Su enfoque principal sigue siendo proteger la privacidad de su familia y manejar este aspecto de su vida de manera discreta.

Por su parte, Julián Gil continúa expresando públicamente su amor y preocupación por Matías, manteniendo la esperanza de que en algún momento se pueda restaurar la comunicación y la relación padre-hijo.

 

Ha optado por apoyar desde la distancia y respetar las decisiones de Marjorie en cuanto a la crianza y cuidado de Matías.