Más allá del empate y del pobre juego que ofreció el Barça, el encuentro entre el conjunto azulgrana y el Slavia de Praga evidenció, entre otras muchas cosas, que Leo Messi y Antoine Griezmann siguen sin conectar dentro del terreno de juego.

Ausente Luis Suárez por lesión, y con Leo Messi ejerciendo de falso ‘9’, era el día indicado para que el argentino y el francés se asociaran más de cara a buscar la portería contraria, ni que solo fuera por estar más cerca uno de otro. Sin embargo, con quien más combinó Leo fue con Jordi Alba, uno de sus grandes socios en las últimas temporadas. Aun así, Leo cedió el balón a Griezmann en cuatro ocasiones, mientras que Antoine, según los datos facilitados por Opta, no dio ni un solo pase a Leo.

Además, y como sucedió en la última acción del partido de la pasada semana ante el Real Valladolid, Messi se decantó por el disparo antes que por asistir a Griezmann con el delantero francés totalmente libre de marca a su izquierda. Contra el equipo vallisoletano el chut se marchó alto, mientras que ante el Slavia el balón se estrelló contra el larguero.

Analizados todos los partidos de Champions que ha disputado el Barça hasta ahora, y todas las combinaciones entre sus delanteros, las estadísticas denotan que la asociación entre Messi y Griezmann aún necesita mucho rodaje.

En Dortmund, en el debut continental, con Messi ingresando al campo en la segunda parte tras superar su lesión, Leo le dio un pase a cada uno, mientras que el francés fue más generoso con Leo (5), que con Suárez (2).

En la segunda jornada frente al Inter de Milán (2-1 en el Camp Nou), Messi le dio 10 pases a Suárez, mientras que solo encontró a Griezmann en tres ocasiones. El francés también se asoció más con el uruguayo (3), que con Leo (2).

En Praga, la diferencia de pases de Messi entre sus dos socios de ataque fue más evidente. Ocho pases fueron para Suárez y uno para Griezmann, mientras que el francés le dio 5 a Leo y 2 a Suárez.