Zinedine Zidane no ha descubierto la pólvora para relanzar al Real Madrid y voltear una situación que amenazaba su futuro en Liga y Champions.

Las cuatro victorias en los últimos cuatro partidos de los blancos han llegado de la mano del núcleo duro del equipo, formado por futbolistas veteranos pero de fiabilidad probada, de entre los que han destacado dos jugadores que forman una de las mejores duplas de centrocampistas blancos de la historia: Luka Modric y Toni Kroos.

Con 35 y 30 años, respectivamente, el croata y el alemán se han echado a la espalda el crecimiento del equipo, firmando actuaciones descollantes en la racha blanca, que les señala, de nuevo, como piezas claves en el entramado de Zidane.

El ’10 rozó la perfección en el duelo contra el Borussia y el ‘8’ fue el líder del equipo en el derbi madrileño, los dos partidos más crudos del Madrid en este tramo de la temporada que ha permitido al equipo mirar al futuro con optimismo.

Modric vive una segunda juventud en la temporada que muchos veían como la de su relevo definitivo. La llegada de Martin Odegaard amenazaba al croata, que ha respondido con su mejor versión, alcanzado en los últimos partidos un nivel comparable al que le dio el Balón de Oro en 2018.

Ha participado en todos los partidos del Madrid (19), siendo titular en 15 ocasiones, firmando dos goles y una asistencia en 1.338 minutos. Luka ha creado 29 ocasiones de gol y su efectividad en el pase supera el 90%. Y ha realizado 29 regates, la mejor prueba de que mantiene la chispa que le ha convertido en uno de los mejores centrocampistas en la historia del club blanco.