Adamari López enfrentó un grave episodio de salud que comenzó como un simple resfriado pero se intensificó rápidamente. A pesar de síntomas persistentes como tos y malestar, continuó trabajando hasta que se desmayó mientras cargaba a su hija Alaïa.

Fue entonces cuando buscó ayuda médica urgente y los doctores decidieron inducirla a un coma para permitir que su cuerpo combatiera la enfermedad.

Durante este tiempo, su familia estuvo a su lado mientras ella luchaba por recuperarse, enfrentando momentos angustiantes y confusos al despertar y ver tubos y objetos familiares a su alrededor.

El proceso de recuperación de López fue largo y arduo, necesitando tres meses de terapia intensiva para volver a caminar y hablar.

El momento en que le retiraron el tubo de oxígeno fue especialmente difícil, marcando una etapa crítica en su recuperación. Aunque superó el coma y logró recuperarse físicamente, el impacto emocional de la experiencia fue profundo y duradero.

Además de esta experiencia, Adamari López ha enfrentado otro gran desafío en su vida: el cáncer de mama. En 2005, a los 33 años y en un momento alto de su carrera, recibió el devastador diagnóstico.

Descubrió una protuberancia en su seno derecho y, tras pruebas médicas, confirmaron la enfermedad.

En ese tiempo, estaba comprometida con el cantante Luis Fonsi y tuvo que enfrentar la dificultad adicional de encontrar tratamiento adecuado, dado que su seguro solo cubría en Puerto Rico y ella residía principalmente en Estados Unidos.

El diagnóstico de cáncer llevó a López por un camino lleno de tratamientos agresivos y momentos de incertidumbre.