El episodio 51 de «Yo Me Llamo» se vio marcado por una intensa polémica que surgió durante la actuación de la imitadora de Ángela Aguilar.

Luego de su presentación, la atención se centró en los comentarios de Amparo Grisales, César Escola y Pipe Bueno.

Amparo Grisales fue la primera en abordar el tema, mencionando dificultades vocales y artísticas en la interpretación.

Hizo hincapié en la sensación de que la imitadora había perdido el control al final de la actuación y que la parte de baile careció de la gracia y la picardía esperadas.

Por su parte, Pipe Bueno elogió la actuación calificándola como «aceptable», pero Amparo Grisales instó a reconsiderar ese elogio, subrayando la necesidad de un mayor cuidado en cuestiones musicales.

César Escola notó que la imitadora parecía mostrar una inocencia que no recordaba en la artista original, lo que provocó una enérgica respuesta por parte de Amparo Grisales, quien la comparó con Selena Quintanilla.

La discusión entre Escola y Amparo continuó incluso después de que la concursante dejara el escenario, mientras que Pipe Bueno optó por mantenerse al margen. La discusión incluyó intercambios de palabras elevadas.

Lo que dijo la imitadora de Angela Aguilar

En el backstage, la imitadora de Ángela Aguilar compartió sus emociones en torno a los comentarios críticos de los expertos y se comprometió públicamente a trabajar en mejorar su personificación.

Melina Ramírez le brindó palabras de aliento y expresó su admiración por la actuación.