En su septuagésimo sexto cumpleaños, Doña Rosa, la matriarca de los Rivera, compartió emociones y recuerdos entrañables que han marcado su vida y la de su familia.

En una entrevista emotiva, destacó la relación especial que tiene con Chiquis Rivera, a quien considera como una hija más, a pesar de no ser su madre biológica.

Doña Rosa recordó con cariño cómo cuidó de Chiquis cuando era pequeña, mientras Jenni Rivera, la madre de la joven, trabajaba incansablemente para labrarse un futuro en la industria musical.

Doña Rosa se quiebra al hablar de su nieta, Chiquis Rivera

A lo largo de los años, Doña Rosa ha acogido a Chiquis como a una hija propia, demostrando así el amor incondicional que caracteriza a la familia Rivera.

En sus reflexiones sobre la maternidad y la pérdida, Doña Rosa reconoció que, aunque la pérdida de algunos de sus hijos ha sido su mayor tristeza, sus hijos siguen siendo su mayor felicidad.

Su mayor deseo es tener a todos sus hijos juntos, compartiendo momentos de alegría y apoyo mutuo.

El testimonio de Doña Rosa resalta la importancia del amor familiar y la fuerza que este proporciona en momentos difíciles.

Doña Rosa se quiebra al hablar de su nieta, Chiquis Rivera

Su historia es un recordatorio del poder del amor y la conexión humana, mostrando cómo el cuidado y la dedicación pueden trascender los lazos sanguíneos y crear vínculos profundos y significativos.

En su cumpleaños número setenta y seis, Doña Rosa celebró rodeada del amor de su familia, compartiendo la sabiduría y la experiencia de una vida dedicada al cuidado y la unión familiar.

Su historia inspira a valorar y apreciar los lazos familiares, recordándonos que, en los momentos más difíciles, el amor de una familia puede ser el mayor consuelo y fortaleza