Un abogado estonio de 48 años se enamoró de la viuda de su abuelo, que tiene 103 años y no le preocupa la diferencia de edad de 55 años. Mart Soeson está en pareja con Elfriede Riit desde 2013 y la pareja vivió junta hasta que la mujer mayor se vio obligada a mudarse a una residencia de ancianos en 2022, momento en el que el abogado apeló para poder quedarse en Australia con su pareja. Elfriede Riit, también nacida en Estonia, fue la segunda esposa del abuelo de 48 años y cumplirá 104 años este mes. La pareja insiste en que su diferencia de edad de 55 años no tiene importancia y cree que deberían poder continuar con su “compromiso exclusivo a largo plazo”. “Lo que comenzó como un vínculo sano que tenía con la viuda de mi difunto abuelo se ha transformado lenta pero seguramente en una relación muy significativa y amorosa”, subrayó Mart Soeson.

El hombre ahora intenta obtener la residencia permanente en Australia porque su pareja vive allí, pero su solicitud de visa fue rechazada. Oficialmente, no recibió una respuesta ya que su solicitud fue denegada, pero él considera que el Ministerio de Interior australiano cuestiona su relación con Elfriede Riit. “Sí, sé que tenemos una diferencia de edad. Y sé que es un problema para algunas personas. Pero en general, la diferencia de edad es un problema en el caso de las mujeres mayores y los hombres más jóvenes. Nunca se convierte en un problema en el caso de un hombre anciano y una mujer joven. Pero no estoy en condiciones de cambiar este enfoque”, subrayó.

Hoy en día, el abogado de 48 años ha apelado ante el Tribunal Administrativo de Apelaciones para la concesión de una visa, y la mujer mayor asistió a la audiencia, junto con tres testigos a favor del hombre de 48 años. Fuera del tribunal, Mart Soeson describió su encuentro con la adulta a principios de 1996, cuando ella se trasladó a Australia para estudiar inglés.

Elfriede Riit conocía al hombre de 48 años como el nieto de su esposo Alfred y lo invitó a quedarse en su casa, en el suroeste de Sídney. No fue un flechazo y “nada ocurrió de la noche a la mañana”, según el hombre de 48 años, ya que ambos desarrollaron una fuerte amistad y su vínculo creció. “Me ofreció consejos, apoyo y compañía. Teníamos muchas cosas en común y muchas razones para pasar tiempo juntos”, destacó el abogado de 48 años en la apelación que presentó contra la decisión de no conceder la visa. Mart Soeson, tras sus estudios, regresó a Estonia, pero decidió regresar a Australia para las vacaciones, en 2000 y 2007, para ver a la mujer mayor, que le interesaba mucho y le hacía mucha falta.

El hombre de 48 años afirma que su relación con la Sra. Riit se volvió romántica en un momento en que ella tenía 92 años y él 37 años. El abogado añadió: “Elfriede se sentía muy sola e impotente antes de nuestra encuentro. He traído alegría, felicidad y seguridad a su vida desde que comenzamos a compartir nuestras vidas juntos”. La mujer mayor huyó de Europa después de la Segunda Guerra Mundial y había estado sola desde la muerte de su esposo en 1987. Cuando se le preguntó durante la audiencia si deseaba regresar a Estonia, ella gritó “No” y declaró en su propia declaración ante la Corte de Apelaciones que “me di cuenta de que mis sentimientos por Mart superaban con creces la amistad. Me había enamorado de él y era algo que debía expresar. Estaba sola y quería un compañero a mi lado, alguien que se preocupara por mí y estuviera allí para disfrutar de los buenos momentos conmigo y apoyarme en los malos momentos, y sé que encontré eso en Mart”.

En septiembre de 2018, el abogado de 48 años decidió abandonar su carrera jurídica en Estonia y mudarse a Australia. Como confesó: “Rápidamente comencé a planificar, ya que sabía que sería difícil trasladar todos mis documentos, mis bienes y mi vida a Australia para vivir permanentemente con mi pareja” y se mudó inmediatamente con su pareja. En septiembre de 2022, la mujer mayor fue trasladada a un centro de atención para ancianos y, como dijo el hombre de 48 años, “fue una decisión dudosa para los dos, pero necesaria debido a su estado de salud y las recomendaciones de los profesionales de salud”.

Los cambios en las condiciones de vida de Elfriede no han modificado nuestra relación. Nos amamos y siempre estamos conectados espiritualmente y emocionalmente”. Justo antes de Navidad de 2018, su solicitud de residencia permanente en Australia fue rechazada y, como explica el abogado, “el amor no tiene edad. Aún tenemos una relación sólida. Queremos estar juntos porque no le quedan muchas décadas de vida”. La pareja no está casada, ya que la mujer mayor no parece haber deseado otro matrimonio. “Es muy moderno. Elfriede me dijo que una relación equivale a un matrimonio. Dijo que no aspiraba al matrimonio”, subrayó el hombre de 48 años. La mujer mayor no tiene hijos y la pareja vive de su pensión y del dinero que el hombre de 48 años gana trabajando a tiempo parcial como pintor, ya que su título en derecho aún no está reconocido en Australia y no puede ser empleado como abogado. “No hay grandes proyectos para el futuro, vamos paso a paso y estamos agradecidos por lo que la vida nos brinda”, observó Mart Soeson, quien visita regularmente a su amada en la residencia de ancianos, para ver televisión juntos, tomar un café o asistir a algunas funciones de la iglesia. Lleva sus alimentos y medicamentos favoritos. “A medida que pasa el tiempo, eso depende cada vez más de mí. Ella me pregunta constantemente dónde estoy y eso le causa mucha ansiedad cuando sabe que no estoy allí”, subrayó el abogado de 48 años y concluyó: “A largo plazo, esperamos seguir compartiendo nuestra relación y darnos un compromiso inquebrantable y amarnos mutuamente. Estamos comprometidos, enamorados y nos creemos el uno al otro”.