La compleja relación entre Lilibet Morillo y su padre, El Puma

La relación entre Lilibet Rodríguez Morillo, hija de la icónica cantante venezolana Lila Morillo y del reconocido cantante José Luis Rodríguez, conocido artísticamente como El Puma, ha sido siempre un tema de gran interés y especulación mediática. Desde que era pequeña, Lilibet vivió una vida marcada por la fama, pero también por una ausencia emocional que le ha dejado una herida profunda: la distancia con su padre. A lo largo de los años, tanto ella como su hermana Liliana han expresado su dolor por el distanciamiento con El Puma, y aunque se han dado algunos intentos de reconciliación, las heridas parecen no haber sanado completamente.

El primer golpe a esta relación ocurrió cuando Lilibet era adolescente. El divorcio de sus padres, ocurrido en 1986, fue un acontecimiento que la afectó profundamente. Aunque sus padres se mantuvieron distantes tras la separación, nunca se imaginó que la ruptura con su padre sería tan definitiva. Durante años, Lilibet se mantuvo en silencio, pero su dolor se reflejaba en sus palabras y en sus canciones.

En una reciente entrevista, Lilibet rompió su silencio y compartió detalles de esa relación tan complicada. Reveló que no había visto a su padre en 14 años, y que su último encuentro, aunque breve, fue lo suficientemente emotivo como para inspirar una canción. En la entrevista con el programa argentino Intrusos, Lilibet recordó que el último contacto con El Puma fue cuando él le envió un mensaje diciendo que se retiraba de su vida. Para ella, este mensaje fue un golpe inesperado y doloroso, ya que nunca hubo una explicación clara. “Nunca entendí por qué se apartó de mí”, afirmó Lilibet, quien destacó que su padre siempre había sido cariñoso y cercano en su infancia.

Este distanciamiento afectó tanto a Lilibet como a su hermana Liliana. Ambas han sido abiertas sobre el sufrimiento que les ha causado la falta de contacto con su padre, un sentimiento que ha sido compartido públicamente por Lila Morillo, la madre de las hermanas. En varias entrevistas, Lila ha expresado su tristeza por la ruptura de la relación y ha mencionado que, a pesar de todo, sigue aconsejando a sus hijas en el proceso de perdón, pues cree que ya han perdonado a El Puma. Sin embargo, la reconciliación parece aún distante, a pesar de los esfuerzos por parte de las hijas.

La canción Malo, lanzada en 2015 por Lilibet junto a su hermana Liliana, se convirtió en un reflejo de ese dolor no resuelto. La letra de la canción, en la que ambas hermanas expresan sus sentimientos hacia su padre, se convirtió en un grito emocional ante la falta de contacto. Lilibet explicó en la entrevista que la canción surgió después de un encuentro con su padre, en el cual, a pesar de los años sin hablarse, le dijo que todavía lo quería y oraba por él. Sin embargo, el encuentro fue breve, y las palabras de su padre, “sería malo si no lo hicieras”, dejaron a Lilibet con más preguntas que respuestas.

El Puma, por su parte, ha mantenido una postura distante respecto a esta situación. En diversas entrevistas, ha afirmado que no siente resentimiento hacia sus hijas y que no considera el distanciamiento como una pelea. A pesar de esto, el cantante ha mencionado que la reconciliación solo ocurriría si sus hijas reconocen lo que, según él, fueron errores de su parte, especialmente en relación a su actual esposa, Carolina Pérez, y su hija Génesis. En 2020, El Puma acusó a sus hijas de maltratar a su familia, lo que generó aún más tensiones entre él y sus hijas. Sin embargo, Liliana y Lilibet negaron las acusaciones, argumentando que su padre las utilizaba para promover sus proyectos cuando le convenía, creando una narrativa pública que les resultaba dolorosa y manipuladora.

A pesar de las tensiones y los años de distanciamiento, tanto Lilibet como Liliana continúan con sus carreras y vidas personales, encontrando en su arte una forma de sanar y seguir adelante. Lilibet ha demostrado ser una artista multifacética, destacándose en la actuación y la música, con una carrera que abarca telenovelas y álbumes como Puerto Seguro, su debut discográfico en 2015. A través de su música, Lilibet ha logrado procesar muchas de sus emociones, dejando claro que el arte ha sido una vía para lidiar con la angustia provocada por la ausencia de su padre.

A día de hoy, la relación entre El Puma y sus hijas sigue siendo un tema abierto y complejo. El cantante, aunque ha expresado su deseo de reconciliarse, parece dejar el tiempo y el destino como factores decisivos para resolver una situación que, por más que lo intente, sigue dejando una huella difícil de borrar. Las hermanas, por su parte, siguen buscando respuestas, y aunque ya han perdonado, el camino hacia la reconciliación parece ser una cuestión de tiempo y voluntad. En este proceso, la música y el arte siguen siendo un refugio, un lugar donde pueden encontrar consuelo y seguir adelante con sus vidas.