Salma Hayek, es una mujer de las que reinventan la escena cuando el telón ni siquiera ha descendido, ¡y eso ya es decir mucho!

En ella, una orgullosa veracruzana que lleva en sus venas la calidez de su tierra y la pasión de grandes leyendas como las inolvidables María Félix o Frida Kahlo, a quienes les ha rendido tributo a lo largo de su carrera y declaraciones públicas, las reglas son simples artificios que ella no acatará, sobre todo, tratándose aquellas que tratan de estandarizar el estilo.

Salma Hayek y sus joyas son la mejor combinación
En las alfombras rojas de todo el mundo, Salma Hayek es todo menos predecible. Si existe algo que la caracteriza es su peculiar sentido de reinterpretación de los códigos de vestimenta y las tendencias que normalmente se esperan ver. Sin dudarlo, ella no irá por lo clásico o lo ya visto, en cambio, recurrirá a la extensa lista de firmas que la apoyan en su armario para vencer exitosamente esta cruzada contra lo tradicional, para hacer de Salma una estrella sin comparación.

En estas líneas enfoquémonos en uno de los aspectos en los que raramente se ha fijado la prensa al desgranar qué integra el estilo de Salma Hayek, pero que explica en buena medida el porqué de sus cualidades de ser única y atrevida, proclamando –siempre– que no tiene miedo al qué dirán, una máxima de las divas mexicanas que ella ha hecho parte de su genial personalidad. En el universo de los accesorios, específicamente hablando de las joyas y la alta bisutería, Salma es un manifiesto que apela a las grandes dimensiones y ambiciones.

A pesar de poseer una estatura pequeña, Salma Hayek hace de sus joyas y amuletos del día a día, galas o alfombras rojas una declaración de poderío y una renuncia a la simplicidad. En ella no solo basta un vestido con altas dosis de impacto, sus complementos también lo deben ser. Basta con hacer un recorrido por las pasadas apariciones en público para demostrarlo.

Por ejemplo, Salma es una férrea fashionista en llevar cascadas de collares en distintos tipos de cadenas y abalorios. Una de sus firmas fetiche para lograr ese mix&match tan à la Salma es Gucci, firma dirigida por el creativo italiano Alessandro Michele.

Además de ser un fuerte admirador de lo gótico y lo sacro, Alessandro lleva esta estética a piezas de bisutería de lujo perfectamente moldeadas para causar ese efecto de ornamentación excesiva, pero equilibrado en la medida justa. Salma Hayek es partidaria de las tonalidades sobrias, algunas piezas con volúmenes y largos señoriales, que complementa con las extravagantes piezas de la marca florentina.

En otras ocasiones, opta por diseños más depurados, pero que suelen tener el mismo efecto hipnótico al llevarlos a longitudes arriesgadas, como collares en estilo sautoir y pendientes largos con ornamentaciones o incrustaciones que distan de lo sobrio; o bien, cargar sus delicadas manos con anillos en dimensiones XL, que en conjunto son un respiro en contra de la sutileza.

En el apartado de joyas, Salma Hayek es devota de los diamantes y las piezas de alta joyería que podrían competir con algunas de las piezas más conocidas en la joyería. En la pasada entrega de los premios de la Academia, optó por una guirnalda cuajada en diamantes y perlas que abrazaba el peinado alto que lució, un desafío al maximalismo en su máxima expresión.

Para complementar y equilibrar esta ornamentación capilar, optó por un brazalete en platino y diamantes moldeado a manera de bouquet, que dirigía todas las miradas a su brazo derecho. Sin duda, hablar de las opciones de Salma es hablar de todo, menos de ser común.