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Roger Moore, conocido mundialmente por su elegante y carismática interpretación de James Bond, protagonizó una carrera cinematográfica tan llena de intriga y glamour como las películas que lo hicieron famoso. A lo largo de su vida, Moore compartió anécdotas y secretos de su paso por Hollywood en sus memorias Mi palabra es mi vínculo, revelando detalles sobre sus relaciones con figuras icónicas como Frank Sinatra, Bette Davis, y otros colegas de la pantalla grande. Sin embargo, su vida no estuvo exenta de conflictos y rivalidades, como la tensa relación que mantuvo con Tony Curtis durante la filmación de The Persuaders.

Los Primeros Pasos en el Cine

Nacido en Londres en 1927, Moore comenzó su carrera en el cine y la televisión, ganando popularidad en la serie El Santo (The Saint), donde interpretaba a Simon Templar, un ladrón de guante blanco con un toque de encanto. Sin embargo, fue su papel como el elegante espía británico James Bond, en Vive y deja morir (1973), lo que lo catapultó a la fama internacional, convirtiéndolo en uno de los rostros más reconocidos de la saga 007.

A lo largo de su carrera, Moore compartió set con algunas de las leyendas más grandes de Hollywood, entre ellas Frank Sinatra, con quien entabló una curiosa amistad. Sinatra, conocido por su vínculo con la mafia, compartió con Moore sus opiniones sobre los rumores que lo asociaban con el crimen organizado, una conversación que Moore relató con cierta fascinación.

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Bette Davis: Admiración y Tensión

Uno de los encuentros más memorables de Moore fue con la legendaria actriz Bette Davis. Aunque Davis le expresó su admiración por su trabajo en El Santo, Moore también fue testigo de un lado más complicado de la actriz, especialmente su comportamiento dominante hacia su asistente, algo que le desagradó. A lo largo de su carrera, Davis mantuvo una rivalidad notable con Joan Crawford, una enemistad que, según Moore, se intensificó por la figura de Franchot Tone, el hombre que fue marido de ambas actrices.

Moore también mencionó en sus memorias la complejidad de trabajar con Davis, quien si bien era una mujer fuerte y admirada por muchos, también tenía un temperamento que no siempre era fácil de manejar. La actriz, según Moore, podía ser tanto inspiradora como difícil en el set, y esta dualidad le dejó una marca en su relación personal con ella.

Tony Curtis: Humor y Diferencias

Con Tony Curtis, compañero de Moore en la serie The Persuaders, la relación fue mucho más juguetona, aunque no exenta de roces. Curtis, conocido por su frugalidad y su estilo peculiar, sorprendió a Moore en más de una ocasión. Un episodio memorable fue cuando Curtis, en lugar de ofrecer un gran festín navideño, sirvió un modesto pollo asado, algo que Moore relató con humor. A pesar de las diferencias, los dos compartieron muchos momentos divertidos, y Moore siempre habló con cariño sobre la relación que mantuvo con Curtis durante ese proyecto.

La Tensa Relación con Grace Jones

La filmación de A View to a Kill (1985) junto a Grace Jones marcó otra etapa complicada para Moore. Jones, famosa por su actitud rebelde y su imponente presencia, a menudo cruzaba los límites de la paciencia de Moore. Una de las tensiones más conocidas entre ambos ocurrió cuando Jones ignoró las repetidas solicitudes de Moore para bajar el volumen de la música pesada en su camerino, lo que llevó a Moore a intervenir de manera tajante, desenchufando el reproductor y arrojando una silla contra la pared. Además, durante una escena de amor, Jones sorprendió a Moore al introducir un juguete sexual en la cama, lo que generó una situación incómoda para el actor, quien siempre trató de mantener la profesionalidad en el set.

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Herve Villachaize: Controversias en el Set

La relación de Moore con Herve Villachaize, su compañero en El hombre de la pistola de oro (1974), también fue tensa. Villachaize, quien interpretó a Nick Nack, el sirviente de Scaramanga, tuvo un comportamiento controversial en el set, caracterizado por su promiscuidad y actitud excesiva hacia las mujeres. Moore, aunque profesional, no ocultó su incomodidad ante las constantes bromas de Villachaize sobre sus conquistas amorosas y sus comentarios inapropiados. La relación entre ambos fue tan tensa que Moore no dudó en calificar a Villachaize como “un maníaco sexual”, lo que dejó claro que no soportaba su actitud fuera de lugar.

Un Hombre de Carácter y Generosidad

A pesar de las tensiones y diferencias que caracterizaron algunas de sus relaciones laborales, Roger Moore siempre se destacó por su profesionalismo y su elegancia. Fuera del set, fue ampliamente reconocido por su dedicación a causas humanitarias. A lo largo de su vida, Moore estuvo involucrado en numerosas iniciativas caritativas, y su trabajo en organizaciones como UNICEF le valió varios honores, incluyendo el título de Sir por la Reina Isabel II en 2003, como reconocimiento a su labor filantrópica.

El Legado de Roger Moore

Roger Moore falleció en 2017 a los 89 años, dejando un legado imborrable tanto en el cine como en la filantropía. A pesar de los problemas de salud que enfrentó a lo largo de su vida, incluyendo un diagnóstico de cáncer y problemas cardíacos, nunca dejó de lado su compromiso con los demás. Su funeral, en el cementerio de Mónaco, fue testimonio del profundo respeto y cariño que dejó en Hollywood y en todo el mundo.

En sus memorias, Moore no solo revela las historias detrás de las cámaras, sino también una visión íntima de las amistades, tensiones y desafíos que marcaron su vida. En un mundo de estrellas y celebridades, Roger Moore destacó por su humanidad, su simpatía y su carácter, atributos que lo convirtieron en una figura única cuyo legado perdura.