El pastel tiene varias capas, se parece a esos que preparan para los quince años. Hay una panadería buenísima, y cada vez que paso por ahí, me dan ganas de morderlo. ¡Vamos a ponerle la cerecita al pastel, les parece! Bueno, Gerardo dice que siempre se cuidó, ¿verdad? Tiene tres hijos, y Julia, que es prima, sí, y tiene un niño de 2 años con él. ¿Cómo que tienes un hijo con mi prima? ¿Sí? Bueno, adelante, Julia, prepárame las pruebas. ¡Bienvenida, Julia! Eres prima hermana de Celina, ¿por qué? No lo sé, ahorita lo sabremos. Celina, tranquila, no te preocupes, no me importa. Me importa todo el tiempo que me estuvo viendo la cara, y por eso estoy con mi prima. ¿Y tú, por qué con él? Es que no entiendes lo que estoy diciendo, pero lo que te explico es muy valioso. Gabi te lo puede explicar en su consultorio.

Ya no debe importarte lo que Gerardo haga o deje de hacer a partir de ahora. Escucha lo que pasó: él me falló cuando más lo necesitaba, me dejó sola. Mi hijo tiene tu apellido, ¿sabías? Tiene 2 años. No lo sabía, pero siempre estaba en la casa. ¿Sigues con Gerardo? No, para nada. ¿Hace cuánto terminaron? Pues antes del secuestro, estábamos bien. Lo conocí hace 10 años, cuando él empezó con mi prima. Vivíamos juntos. Él me dijo que cuando naciera el niño, se iba a separar, y efectivamente, lo hizo. Me dio el apellido, y siempre mantuvo a su hijo. Pero después del secuestro, me dejó de contestar y ya no le importó más.

¿Terminaron la relación? Sí, y no quiero saber nada de él. Solo quiero que se haga responsable de mi hijo, porque él no tiene la culpa. Debes hacer una solicitud legal para que la manutención se reanude. Debe estar al corriente, aunque no trabaje, el juez podría ordenar que busque empleo. Las madres tienen que demandar la pensión alimenticia para sus hijos, que tienen derecho a educación y alimentación. Aunque no esté trabajando, él tiene que cumplir con su responsabilidad. Tú también debes demandar la pensión alimenticia.

¿Tu mamá sabe que Gerardo es el padre? Sí, lo sabe. ¿Y qué piensas hacer? Es duro reconocerlo, pero mi hijo necesita ayuda. Todos necesitamos ayuda, y no te sientas mal. Los seguros médicos deberían cubrir la salud mental, es tan importante como cualquier otra necesidad básica. Después de la pandemia, los problemas mentales se han incrementado, y es esencial que todos nos cuidemos. Es una inversión en nuestro bienestar.

Como madre de tres, sé lo difícil que es. A veces confundimos el amor por nuestros hijos con el deseo de eximirlos de las consecuencias de sus actos. Yo amo profundamente a mis hijos, pero también estoy para que asuman las consecuencias. Un gran acto de amor sería que Gerardo aceptara ir a terapia, porque es necesario. Ya hemos visto los efectos del trauma por el secuestro y es vital que se revise para poder sanar. Las consecuencias han llegado tarde, pero aún tiene la oportunidad de reconstruir su relación con sus hijos y tener una vida plena.

Erik, ¿tu mamá sabe quién es el padre de ese bebé? No tengo por qué explicárselo, pero ella lo cuida. Sí, pero yo la mantengo para que lo cuide.