María das Graças Meneghel, más conocida como Xuxa, es un nombre que, aunque puede no ser tan reconocible para muchos, se convierte en sinónimo de éxito y controversia al mencionar su apodo artístico. Nacida el 27 de marzo de 1963 en Santa Rosa, en el estado de Río Grande do Sul, Brasil, Xuxa alcanzó una fama que trascendió fronteras a finales de los años 80 y principios de los 90.

En una época donde la televisión era el principal medio para llegar al público, y antes de la era de internet, Xuxa se consolidó como un fenómeno global, destacando especialmente en Brasil, donde se convirtió en un ícono de la televisión infantil.

Su carrera comenzó a despegar cuando, tras mudarse a Río de Janeiro a los 7 años, descubrió su pasión por la música y la danza. Desde temprana edad, se dedicó al ballet y más tarde incursionó en el modelaje, lo que la llevó al mundo de la televisión.

En 1983, presentó su primer programa infantil, “Clube da Criança”, en TV Manchete, un trampolín que la impulsó hacia una carrera que la convertiría en una de las figuras más influyentes de Brasil. Fue en 1986 cuando debutó con el programa “Xuxa”, transmitido por TV Globo, el cual consolidó su fama no solo en Brasil, sino en toda América Latina.

Con un estilo único, Xuxa se ganó el corazón de los niños de Brasil con su carisma y su imagen alegre y accesible. Su programa, transmitido diariamente de lunes a sábado, mostraba a la presentadora llegando en un barco rosa, estimulando la imaginación de su joven audiencia.

La canción “Quem Quer Pão?” se convirtió en un himno para las familias brasileñas, y al final de cada programa, su característico beso a los niños, que dejaba una marca colorida de su lápiz labial, se transformó en uno de los momentos más icónicos de su show. Además, aprovechó su plataforma para promover valores positivos como la importancia de los sueños y los peligros de las drogas.

Su impacto no se limitó a la televisión. En los años siguientes, Xuxa se aventuró en la música, lanzando varios álbumes que vendieron millones de copias. En 1986, su disco “Xuxa Só Para Baixinhos” fue un éxito rotundo, alcanzando más de dos millones de copias vendidas, un récord en Sudamérica.

Este éxito la consolidó como una de las artistas más importantes de Brasil, siendo reconocida internacionalmente. Durante este tiempo, también inició una relación con el famoso piloto de Fórmula 1, Ayrton Senna, y fue destacada por su capacidad para conectar con audiencias de todas las edades.

En 1991, Xuxa fue reconocida por Forbes como una de las celebridades más ricas del mundo, y su éxito en Brasil la llevó a conquistar mercados internacionales. Su incursión en el mercado de habla hispana fue un éxito notable, especialmente en Argentina, donde grabó su propio programa, “El Show de Xuxa”. Este programa alcanzó una audiencia de más de 20 millones de niños en América Latina, y su álbum en español se convirtió en un éxito de ventas.

Xuxa también se aventuró en el mercado europeo, especialmente en España, con programas como “Xuxa Park”, que obtuvo grandes audiencias y ventas de discos. Sin embargo, su incursión en los Estados Unidos no tuvo el mismo éxito. En 1993, lanzó un programa en inglés que, a pesar de una producción bien realizada, fue cancelado debido a bajas audiencias. No obstante, su fama seguía siendo indiscutible en América Latina y otras partes del mundo.

A pesar de su éxito masivo, la carrera de Xuxa no estuvo exenta de controversias. En 1992, participó en la película “Amor Estranho Amor”, una producción que más tarde sería asociada con polémicas sobre el abuso infantil, lo que afectó seriamente su imagen pública. En 2018, Xuxa perdió una batalla legal contra Google, intentando desvincular su nombre de los términos relacionados con pedofilia, que surgieron debido a su participación en esta película.

Además de este escándalo, Xuxa ha sido víctima de numerosos traumas personales, que incluyeron experiencias de abuso durante su infancia. A pesar de las dificultades, ha tratado de superar estos episodios y seguir adelante con su vida y carrera, compartiendo sus vivencias para ayudar a otros a superar traumas similares.

En los últimos años, Xuxa ha vuelto al centro de la atención, especialmente en 2020, cuando, en un video destinado a promover las medidas de prevención contra el COVID-19, causó revuelo al asumir públicamente la responsabilidad de la muerte de su madre por el virus, un mensaje que fue malinterpretado y generó controversia.

A lo largo de su vida y carrera, Xuxa ha sido una figura multifacética: una estrella de la televisión infantil, una cantante de éxito, y una mujer que ha luchado con los traumas personales y la controversia pública. A sus 61 años, sigue siendo un referente de la cultura pop en Brasil y en el mundo, con una historia llena de luces y sombras, pero que sin duda dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de generaciones enteras.