a hija de Mónica Spear, quien ahora tiene 15 años, ha escrito un conmovedor mensaje en respuesta a la situación en Venezuela tras las recientes elecciones presidenciales.

Su carta comienza con una dedicatoria a sus padres y a ella misma cuando tenía cinco años, señalando las dificultades que enfrentaron debido a un gobierno que ella describe como traicionero.

Esta joven ha utilizado su experiencia personal y familiar para expresar el dolor y las dificultades vividas por muchos venezolanos en el contexto político actual.

En su escrito, la adolescente recuerda con tristeza cómo la violencia política afectó a su familia, llevándose a su madre, Mónica Spear, una reconocida actriz venezolana, y obligándola a ella y a su padre a huir del país.

La pérdida de su madre, una figura pública querida, fue un punto de inflexión que marcó su vida y la de muchos venezolanos que siguieron su historia, a través de sus palabras, se puede sentir la profunda tristeza y el anhelo de justicia y paz.

La joven también reflexiona sobre su infancia interrumpida, mencionando cómo tuvo que adaptarse a una vida lejos de su hogar y seres queridos.

Esta separación forzada debido a la inseguridad y la inestabilidad política la ha marcado profundamente, y utiliza su plataforma para dar voz a los niños que, como ella, han tenido que madurar rápidamente en medio de la adversidad.

En su carta, la adolescente critica duramente al gobierno actual, al que responsabiliza por la situación crítica del país.

Su escrito no solo es un testimonio personal, sino también una denuncia de las condiciones de vida en Venezuela, la falta de oportunidades, la inseguridad y el exilio forzado que muchos han tenido que enfrentar.

Su mensaje busca generar conciencia sobre la realidad venezolana y llamar la atención internacional hacia los problemas del país.

Además de la crítica, la joven Spear también expresa un deseo de cambio y esperanza para el futuro de Venezuela.

Pide a los ciudadanos y líderes políticos que trabajen juntos para construir un país mejor, donde no haya más familias separadas ni vidas truncadas por la violencia y la corrupción.

Su llamado es un recordatorio de que, a pesar de la desesperanza, siempre hay espacio para la esperanza y la acción colectiva.

La adolescente destaca la importancia de la unidad y la resistencia pacífica. Aunque su familia ha sufrido enormemente, su mensaje es de resiliencia y fortaleza.

Invita a los venezolanos a no rendirse y a seguir luchando por un país justo y seguro para todos. Su espíritu combativo y su esperanza en un futuro mejor son evidentes a lo largo de su carta.

Finalmente, su escrito es un homenaje a sus padres y a todos aquellos que han perdido la vida debido a la violencia en Venezuela.