Ana Patricia Rojo Stein es una reconocida actriz mexicana que alcanzó una gran popularidad en su país y entre el público latinoamericano. Nació el 13 de febrero de 1974 en Villahermosa, Tabasco, México. Es hija del destacado actor Gustavo Rojo y de la ex Miss Perú, Carmela Stein. Desde muy pequeña, Ana Patricia demostró interés por el mundo artístico y una marcada inclinación hacia la actuación. Su carrera comenzó a una edad temprana, lo que la llevó a ganarse un lugar en el corazón del público.

En 1979, Ana Patricia tuvo su primera oportunidad en el cine con la película Los Reyes del Palenque. Ese mismo año, debutó en televisión con un papel en la telenovela Honrarás a los tuyos, donde interpretó a Magnolia. Durante la década de 1980, Ana Patricia consolidó su carrera como actriz infantil participando en telenovelas como Al final del arcoíris, Juegos del destino y Extraños caminos del amor. En 1984, alcanzó gran reconocimiento con su participación en El maleficio, donde compartió pantalla con actores como Ernesto Alonso y Jacqueline Andere. Gracias a su desempeño en esta telenovela, ganó el premio TVyNovelas a la Mejor Actriz Infantil.

En la década de 1990, ya en su juventud, Ana Patricia se enfocó en fortalecer su carrera en las telenovelas. Participó en al menos nueve producciones durante esos años, interpretando una amplia gama de personajes. Con el tiempo, se posicionó como una de las villanas más icónicas de la televisión mexicana. Su talento le permitió destacar en producciones como Maria la del Barrio, Esmeralda y Carita de Ángel. En 2004, Ana Patricia asumió el papel protagonista en la telenovela Mujer de madera, tras la salida de Edith González por motivos de embarazo.

Este proyecto marcó un punto importante en su carrera, reafirmando su posición como una de las actrices más versátiles de la industria. En años posteriores, continuó participando en exitosas producciones como Corazón indomable, Un camino hacia el destino y Por amar sin ley. Además de su carrera actoral, Ana Patricia también vivió momentos destacados en su vida personal. En 2005, contrajo matrimonio con Andrés Puentes Jr. en una ceremonia religiosa en Cuernavaca, Morelos. Sin embargo, el matrimonio terminó en divorcio dos años después, en 2007.

En 2009, se casó con Jorge Grijalva, con quien tuvo dos hijas: Ana María, nacida en 2011, y Ana Sofía, nacida en 2012. A pesar de sus esfuerzos por mantener su relación, la pareja se separó en 2014, iniciando trámites de divorcio en ese año. Ana Patricia siempre ha mostrado fortaleza ante las adversidades personales, manteniendo una relación cordial con el padre de sus hijas. En los últimos años, su vida profesional ha tomado un giro inesperado. Con la llegada de la pandemia de COVID-19, la actriz enfrentó una crisis económica debido a la paralización de los proyectos artísticos.

Esto la llevó a incursionar en la venta de suplementos alimenticios, un negocio que le permitió generar ingresos para mantener a su familia. En una entrevista para el programa Ventaneando, Ana Patricia explicó que esta decisión fue necesaria para enfrentar las responsabilidades como madre y como hija. Comentó que desde los cinco años ha trabajado y que ahora, como cabeza de familia, no podía quedarse de brazos cruzados esperando que las oportunidades llegaran solas. Ante las críticas por su nueva actividad, Ana Patricia respondió con firmeza, afirmando que vender suplementos no afecta su talento como actriz ni como ser humano.

Asimismo, subrayó que no considera lamentable dedicarse a esta actividad, ya que su objetivo es asegurar el bienestar de sus hijas y de su madre. La actriz también recordó que su carrera ha sido extensa y llena de logros, y que siempre estará orgullosa de su trayectoria artística. Hoy en día, Ana Patricia Rojo vive con un perfil más bajo, enfocada en su papel como madre y emprendedora. Aunque su presencia en la pantalla ha disminuido, su legado como una de las grandes actrices de la televisión mexicana permanece intacto.

Su talento y carisma la convirtieron en una figura icónica que marcó a generaciones con sus actuaciones. A pesar de los desafíos que ha enfrentado, Ana Patricia sigue demostrando su resiliencia y fortaleza. Su historia es un recordatorio de que, más allá del éxito, las personas deben adaptarse a las circunstancias para salir adelante. Gracias a su dedicación y esfuerzo, Ana Patricia Rojo sigue siendo un ejemplo de profesionalismo y valentía en el mundo del espectáculo.