José Feliciano es uno de los artistas más icónicos de la música latina, conocido por su habilidad excepcional para tocar la guitarra y su estilo único que lo ha hecho sobresalir tanto en el ámbito latinoamericano como en el mercado musical estadounidense. Su historia de vida es un testimonio de lucha, talento y perseverancia, superando obstáculos que muchos considerarian insuperables. Nacido en Lares, Puerto Rico, el 10 de septiembre de 1945, José Feliciano llegó al mundo con una discapacidad visual debido al glaucoma congénito. Desde su primer aliento, su vida estuvo marcada por la adversidad, pero también por una fortaleza que lo impulsaría a lograr grandes cosas. Feliciano creció en una familia numerosa, siendo uno de los once hijos de la familia.

Desde muy pequeño, demostró una gran afinidad por la música, desarrollando un amor por las melodías y los sonidos que lo rodeaban. A la edad de tres años, comenzó a acompañar a su tío con una lata de galleta, creando sus propios sonidos, lo que marcó el inicio de su carrera musical. A los seis años, aprendió a tocar la concertina, un instrumento de viento que tocaba con gran destreza. En 1950, cuando José tenía apenas cinco años, su familia decidió emigrar a Nueva York, un cambio radical que significó un nuevo capitulo en su vida. En la Gran Manzana, Feliciano comenzó a explorar el mundo de la música de manera más profunda, influenciado por la cultura estadounidense.

A los ocho años, comenzó a tocar en su escuela pública 57 y al año siguiente ya se presentó en el Teatro Puerto Rico, ubicado en el barrio del Bronx. A pesar de las dificultades que implicaba ser un niño ciego, José nunca permitió que su discapacidad fuera un obstáculo para desarrollar su talento. A los 17 años, abandonó la escuela para trabajar y ayudar a su familia, que atravesaba dificultades económicas. Durante esa etapa, comenzó a tocar en los cafés de Greenwich Village, un barrio de Nueva York que en aquellos años era el epicentro de la bohemia y la música alternativa. Allí, Feliciano comenzó a ganar sus primeros salarios, pasando el sombrero en sus presentaciones.

Esta fue la primera etapa de lo que sería una exitosa carrera musical. En 1957, su talento le permitió obtener su primer contrato profesional en Detroit. Durante su carrera, José Feliciano apareció en algunos de los programas de televisión más importantes, mostrando su habilidad única como músico. A lo largo de su carrera, se convirtió en un pionero del “crossover”, llevando la música latina a mercados más amplios, especialmente al mercado anglosajón. Feliciano se destacó principalmente por su habilidad para fusionar géneros musicales.

Su primer gran éxito llegó con la grabación de “Poquita Fe”, un bolero clásico que fue revolucionario en su época. Este tema se convirtió en un éxito rotundo y le permitió cimentar su lugar en la historia de la música. A partir de ahí, su carrera despegó con una serie de éxitos que marcarían a generaciones de fans. En 1971, participó en el Festival de Sanremo con la canción “Che sarà”, compuesta por Jimmy Fontana, lo que significó un paso importante en su carrera internacional. Entre sus mayores éxitos se encuentran “Feliz Navidad” y su famosa versión de “Light My Fire” de The Doors, que mostró su capacidad para interpretar rock y pop con su característico estilo latino.

José Feliciano no solo se destacó por su habilidad en la guitarra, sino también por su capacidad vocal única, que le permitió abordar una amplia gama de géneros musicales. Durante su carrera, ganó numerosos premios, incluidos varios premios Grammy. En 1991, recibió su sexto Grammy, lo que lo convirtió en el único artista latino en ganar premios Grammy tanto en música pop como en música en español. A lo largo de su vida, Feliciano no solo se dedicó a su carrera musical, sino también a causas sociales. En 2003, fue nombrado embajador honorario de la Fundación Internacional del Inmigrante ante la ONU, demostrando su compromiso con la lucha por los derechos de los inmigrantes.

Este compromiso social también lo llevó a colaborar en proyectos humanitarios, como la grabación de la canción “El Último Adiós” en honor a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001. José Feliciano es ampliamente reconocido por su destreza como guitarrista, siendo considerado uno de los mejores guitarristas vivientes. La revista Guitar Player lo nombró como el mejor guitarrista de pop durante cinco años consecutivos, y su habilidad en otros géneros como jazz y rock también fue aclamada por los críticos. A lo largo de su carrera, ha grabado más de 60 álbumes y ha recibido más de 45 discos de oro y platino. En cuanto a su vida personal, Feliciano ha tenido varios momentos significativos.

En 1978, se divorció de su primera esposa, Jana de Soltera y Pérez. Posteriormente, conoció a Susan Millán, una joven estudiante de arte en Detroit, con quien se casó en 1982. Juntos tienen tres hijos: Melissa, Jonathan y Michael. A pesar de los éxitos en su carrera, la vida de José Feliciano no ha estado exenta de dificultades personales. La salud del artista ha sufrido un deterioro debido a la edad, y ha mencionado que las dolencias en sus articulaciones lo han afectado considerablemente. Sin embargo, a pesar de estos problemas de salud, Feliciano sigue siendo una figura emblemática de la música, y su legado perdura en las generaciones actuales.

A lo largo de su carrera, José Feliciano ha sido una fuente de inspiración para muchos artistas, no solo por su habilidad musical, sino también por su capacidad para superar las adversidades de la vida. Su historia es un testimonio de lo que es posible lograr cuando se tiene una pasión por la música y una determinación inquebrantable. Hoy en día, José Feliciano sigue siendo un referente en la música latina y mundial, un artista que ha logrado trascender las fronteras del idioma y la cultura para dejar un legado duradero. Su influencia en la música y su lucha por los derechos de los inmigrantes continúan siendo una fuente de inspiración para todos. Sin lugar a dudas, la vida de José Feliciano es una de esas historias que demuestra que, con perseverancia y talento, es posible superar cualquier obstáculo y dejar una huella imborrable en la historia de la música.