En una charla emotiva e íntima, Laura Zapata compartió su visión de la vida, sus recuerdos familiares y las experiencias que marcaron su infancia y su juventud. En la conversación, se destacó el vínculo que siempre mantuvo con su padre, Guillermo Zapata Pérez de Utrera, a quien recordó con cariño y nostalgia. Laura mencionó cómo su papá, un hombre que fue boxeador, le enseñó a disfrutar de momentos sencillos pero significativos como los paseos en Chapultepec, donde compartían tardes viendo el cielo y buscando OVNIs con unos catalejos. Esas salidas, donde él le contaba historias sobre el universo, son parte fundamental de los recuerdos que más atesora.

LAURA ZAPATA, la mujer que NO nació para ser MÁRTIR | Nada es lo que parece | Pati Chapoy

La relación de Laura con su madre, Yolanda Miranda, fue mucho más compleja. En su relato, Laura revivió los momentos difíciles que vivió cuando su madre se casó con su segundo esposo, el hombre conocido como Sodi, con quien no compartió una relación fácil. La situación de abuso que vivió bajo su techo con ese hombre fue tan difícil que incluso se sintió como una suerte el haber quedado al cuidado de su abuela desde muy pequeña. Aunque la separación de sus padres fue dolorosa para ella, en retrospectiva, Laura siente que la decisión de su madre de dejarla con su abuela fue un “regalo de la vida”. Esto le permitió vivir una infancia protegida y alejada de un ambiente tóxico.

Laura también reflexionó sobre la difícil situación que vivían muchas mujeres, especialmente las mexicanas de su tiempo, que no tenían las herramientas o el apoyo necesario para salir de relaciones destructivas. A pesar de que su madre no tenía una formación académica formal, Laura entiende que su situación la obligó a tomar decisiones difíciles para sobrevivir. La influencia del abuso físico y psicológico de su padrastro fue algo que Laura vivió de cerca, y que marcó una huella profunda en su vida. Sin embargo, a pesar de estas adversidades, Laura mantiene una profunda gratitud por la protección que recibió de su abuela, quien la cuidó y la apoyó de una manera incondicional.

Laura Zapata habla sobre su dolor y recuerdos tras la muerte de Ernestina Sodi – La Verdad Noticias

Por otro lado, Laura se mostró crítica con la sociedad contemporánea y cómo hoy en día las relaciones parecen ser más frágiles y más dispuestas a terminar rápidamente, sin considerar el impacto que esto tiene en los niños. En su caso, vivió la separación de sus padres como una experiencia dolorosa, pero al mismo tiempo como una lección de vida. La infancia de Laura no estuvo exenta de complicaciones, pero, a pesar de todo, siempre se sintió agradecida por los momentos de amor y cuidado que recibió de las personas que la rodeaban.

En cuanto a su vida personal, Laura recordó momentos entrañables con su familia, como las visitas que hacía con sus hermanos, quienes también vivieron el impacto de una separación familiar. Durante esos años, ella fue consciente de la diferencia entre las dos casas, especialmente entre la casa de su madre y la casa de su abuela, donde encontró un ambiente de paz y cariño que contrastaba con la violencia y el abuso que experimentaba en el otro hogar.

A través de su relato, Laura Zapata mostró cómo la adversidad, a pesar de ser una constante en su vida, nunca logró arrebatarle la capacidad de encontrar belleza en los pequeños momentos. Su fe en Dios, que considera una de las grandes bendiciones de su vida, fue otra clave que la ayudó a sobreponerse a las dificultades y a mantener la esperanza. Aunque reconoció las dificultades de crecer sin un hogar estable y sin la presencia constante de su madre, también destacó lo importante que fue tener a su abuela como figura materna.

Laura Zapata | El Universal

En resumen, la vida de Laura Zapata ha estado marcada por los contrastes y las dificultades, pero también por una enorme capacidad de resiliencia y agradecimiento. Su historia es un testimonio de la fortaleza del espíritu humano y de cómo, a pesar de los traumas del pasado, siempre es posible encontrar un camino hacia la sanación y la paz interior. Su relato, lleno de emoción y reflexión, nos invita a valorar la importancia de los lazos familiares, la protección infantil y la necesidad de ser conscientes de las experiencias que forjan nuestras vidas.