El encuentro entre Diddy (Sean Combs) y Eugenio Derbez ha sido uno de los momentos más extraños y sorprendentes para los fanáticos de ambos artistas.

Todo comenzó en una situación completamente inesperada cuando Eugenio Derbez compartió su experiencia en un hotel de paso en Los Ángeles, donde se encontraba alojado durante una grabación de su show.

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Derbez, famoso comediante mexicano, explicó que se había hospedado en ese hotel económico debido a las limitaciones del presupuesto de la producción.

Lo que parecía un día más en su rutina de trabajo, se convirtió en una experiencia surrealista al cruzarse con uno de los íconos más grandes de la música hip hop.
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El relato de Eugenio Derbez detalla cómo, estando en el lobby del hotel, observó la llegada de un séquito de personas de aspecto elegante y llamativo, algo que no era común en ese tipo de lugar.

Para su sorpresa, en medio de la multitud se encontraba Diddy, el famoso productor y rapero estadounidense, rodeado de guardaespaldas y asistentes.

Derbez confesó que, al principio, no comprendía qué hacía una figura tan importante en un hotel tan sencillo y barato. Su confusión fue creciendo a medida que la escena se desarrollaba.

El momento más surrealista llegó cuando Diddy, tras notar la presencia de Eugenio Derbez, se acercó a él de manera amistosa, pero con una actitud que dejó a Derbez completamente desconcertado.

Según el propio comediante, Diddy lo confundió con una figura importante de Hollywood o con alguien que estaba allí para una reunión o negocio.

Al parecer, Diddy estaba allí por razones que nunca quedaron del todo claras, pero todo indicaba que no era simplemente un huésped más del hotel.

Eugenio Derbez intentó manejar la situación con su característico humor, pero no pudo evitar sentirse fuera de lugar.

Diddy, por otro lado, parecía convencido de que Derbez era alguien influyente, lo cual generó un intercambio bastante peculiar entre ambos.

En un momento, Diddy incluso le ofreció a Derbez acompañarlo a una fiesta privada, a lo que el comediante educadamente se negó, ya que no tenía ninguna intención de seguir complicando una situación que ya de por sí era bastante surrealista.