‘The Hitman’ pasó por adicciones, depresión y hasta un intento de suicidio

Ricky Hatton será parte del Salón Internacional de la Fama del Boxeo.Lapresse

ue el pasado 7 de diciembre cuando se dio la noticia de los púgiles que serían inducidos al Salón Internacional de la Fama de Boxeo en Canastota, Nueva York y los nombres de Michael Moorer, Iván Calderon, Diego Corrales y Ricky Hatton, salieron a relucir.

Hoy 6 de junio a nada de la inducción, Hatton el nacido en Stockport, Gran Manchester el 6 de octubre de 1978 recordó para ESPN su carrera y los mejores momentos de toda una vida dedicada al boxeo.

‘The Hitman’ como es apodado Hatton consideró en esa entrevista como uno de los mejores momentos de su carrera su pelea contra el ruso-australiano Kostya Tszyu hace 19 años en la Manchester Arena, donde ganó su primer título mundial luego de liquidarlo en 11 asaltos llenos de intensidad y mucho esfuerzo.

Así se lo dijo Hatton a ESPN: “Creo que esa es mi mayor victoria, mirando hacia atrás, y me abrió la puerta para pelear en Estados Unidos. Él era conocido mundialmente, pero, para mí, la gente se preguntaba ‘quién es este niño gordo de Manchester que acaba de dejar sentado a Kostya Tszyu en su esquina”.

Hatton, leyenda del boxeo británico

Hatton es orgulloso caballero de la Orden del Imperio Británico y tiene en su haber cinco campeonatos en la división welter superligero de la IBF y la IBO, y otros títulos más como superligero para la WBU y la WBA, así como los títulos de peso superligero intercontinental de la WBC, WBA y WBO.

Su palmarés se detuvo el 24 de noviembre de 2012, cuando tras perder por nocaut en el noveno round con el ucraniano Viacheslav Senchenko decidió retirarse por segunda y definitiva ocasión, dejando su récord en 46 peleas, de las cuales ganó 43, siendo 30 por la vía del nocaut.

Intento de suicidio y renacer para ser eterno

Hatton se enfrentó en su momento a lo más granado de su división en el boxeo mundial y pudo subirse al ring para enfrentar a Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, quien fue indirectamente el causante de su primer retiro luego de liquidarlo en el segundo round de su pelea en mayo de 2009 en el MGM Grand de Las Vegas. Tras esa decepción Hatton dejó los encorados por espacio de tres años, tiempo en el que padeció depresión y una adicción a las drogas y al alcohol que lo llevaron a intentar suicidarse.

Hoy Hatton ve todo en perspectiva mientras da discursos de motivación personal a jóvenes y sigue sin creerse su inducción: “Nunca hubiera pensado que algún día mi nombre estaría junto a los grandes en el Salón de la Fama del Boxeo. No puedo creerlo, para ser honesto. No hay muchos peleadores británicos en el Salón de la Fama, así que ser incluido es simplemente increíble“, concluyó para ESPN.