Karol G y Becky G, dos de las voces femeninas más destacadas del género, sobre su amistad transcontinental y cómo desafiaron las probabilidades para conquistar las listas.

Cuando era adolescente en Medellín, Colombia, Karol G vio la floreciente escena musical de su ciudad e imaginó que ella, una aspirante a cantante, encontraría un camino fácil hacia la cima. “En aquella época no había muchas mujeres. Y pensé: ‘Tengo el camino claro’. No tengo competencia’”, dice por teléfono desde Miami. “Luego, cuando comencé a trabajar, me di cuenta de por qué no había más mujeres”. Incluso cuando Medellín se transformó en la capital del reggaetón de América Latina, había “cero oportunidades” para las mujeres en el género urbano, donde, dice Karol G, las letras explícitas, el machismo y los estereotipos de las mujeres hacían imposible entrar.

 

La cantante mexicano-estadounidense Becky G comprende bien esos obstáculos. “Lo que pasa Karol es muy parecido a lo que estoy pasando yo”, dice en la misma llamada que Karol G pero hablando desde su ciudad natal de Los Ángeles. Becky G está haciendo una parada de 24 horas entre una fecha de gira europea y un show en México, mientras Karol G está ensayando para una próxima gira con una nueva banda exclusivamente femenina, y ambas mujeres están emocionadas de ponerse al día. A lo largo de años de encontrarse en entregas de premios, han desarrollado una relación cálida y conversan en una mezcla fluida de español e inglés.

Al crecer en Inglewood, California, “mis padres nunca me dijeron: ‘No puedes hacer esto porque eres una niña’”, dice Becky G, de 21 años. “Si quisiera jugar fútbol, ​​si quisiera jugar béisbol, fue como, ‘Sí, vamos a inscribirte’”. Pero en la industria de la música, encontró un mensaje muy diferente, particularmente cuando en 2016 dio el salto poco convencional del pop en inglés al español. “Recuerdo haber entrado al espacio español y la gente me decía: ‘Las chicas no venden discos’. Las chicas no salen en la radio. No esperes ir de gira”.

Hoy, ambas mujeres son, en palabras de Becky G, “la prueba viviente de que cuando alguien dice que no puedes hacerlo, todavía hay una manera”. Karol G, de 27 años, es una artista de reggaetón que encabeza las listas de éxitos cuya voz sedosa y actitud fríamente seductora llevaron su primer álbum, Unstoppable, al segundo puesto en las listas de Top Latin Albums y Latin Rhythm Albums en noviembre pasado. En 2018, tres de sus canciones, incluido el remix de su éxito “Mi Cama”, con J Balvin y Nicky Jam, terminaron en el top 10 de la lista Hot Latin Songs. Y desde que lanzó su primer tema en español, “Sola”, en 2016, Becky G se ha convertido en la voz joven líder del pop latino, registrando 10 éxitos en Hot Latin Songs, incluido el descaradamente sexy “Sin Pijama” (una colaboración con la cantante dominicana Natti Natasha), que alcanzó el puesto número 4 en agosto.

“Ha habido una evolución realmente hermosa el año pasado en lo que representan las mujeres”, dice Karol G. “Esto no se trata solo de mí, o solo de Becky, o solo de Natti. Tenemos que generar un movimiento. No se trata de una pelea para ver quién se queda: hay espacio para todos”. Es un mensaje de solidaridad que Karol G y Becky G también promueven detrás de escena, incluso cuando los fanáticos o los medios esperan malicia. “Siempre quieren sembrar discordia donde no la hay”, dice Karol G. “Honestamente, y ella lo sabe, tengo una conexión natural con Becky”. Hace un año, las dos mujeres estuvieron en Colombia cuando ambas estaban grabando videos con Mau y Ricky allí, y esperan trabajar juntas en el futuro. “Hemos compartido mi país”, recuerda con cariño Karol G. “Vamos a seguir cruzándonos”.

El sentimiento es mutuo. “Hubo una entrega de premios que recuerdo que fue la presentación debut de Karol como artista cruzada de Colombia”, dice Becky G. “Todos en la alfombra roja querían comenzar el drama de nuevo, ‘Oh, ¿escuchaste que hay otra ‘G’ en ¿La casa?’ Y yo dije: ‘¡Sí, es necesario que haya más!’” Ella se ríe. “En realidad, hay mucho amor, unidad y compasión unos por otros. Sabemos lo que se necesita para llegar a donde estamos”.